El asalto final al almacén donde se refugiaban los hermanos yihadistas, que estaban vinculados con Al Qaida, se produjo casi en paralelo a la toma del mercado judío
Los dos sospechosos de perpetrar el brutal ataque al semanario satírico francés «Charlie Hebdo» y el hombre que tomó rehenes en una tienda judía de París fueron abatidos en dos asaltos realizados casi simultáneamente por la policía francesa, uno en Dammartin-en-Goele y otro en la capital.
La unidad de élite de la gendarmería francesa irrumpió en la pequeña imprenta en una zona industrial de Dammartin en la que los dos presuntos autores de la matanza se habían atrincherado con un rehén luego de un enfrentamiento con la policía, y se reportaron varias explosiones y disparos.
Rodeados por un fuerte despliegue policial y en contacto telefónico, los hermanos Cherif y Said Kouachi aseguraron que morirían «como mártires» antes que entregarse. Una fuente de seguridad reveló a la AFP que ambos salieron del edificio disparando.
El asalto final al almacén donde se refugiaban los hermanos yihadistas, que estaban vinculados con Al Qaida, se produjo casi en paralelo a la toma del mercado judío donde el presunto autor del asesinato de un agente en el metro de París el jueves tomó varios rehenes en la Puerta de Vincennes.
Las autoridades confirmaron que los rehenes en ambas localidades fueron liberados, entre ellos un niño, pero cuatro de ellos perdieron la vida.
En torno a las 8:40 hora local, los dos presuntos autores de la matanza en Charlie Hebdo le arrebataron por la fuerza un Peugeot 206 a una mujer en la localidad de Montagny-Sainte-Félicité, quien los identificó como los Kouachi. Unos minutos más tarde se produjo el choque con la policía.
Un testigo citado por RTL explicó que había escuchado dos disparos y poco después llegaron las fuerzas de seguridad con helicópteros y ordenaron a los vecinos no salir de casa y mantener las ventanas cerradas
El tercer atacante, Amedy Coulibaly, irrumpió en la tienda «Hyper Cacher» poco después del mediodía, armado con dos fusiles y disparó. El enfrentamiento dejó al menos un herido, dijo la policía.
El hombre es el mismo que asesinó por la espalda a una agente de policía, e hirió a un controlador de parquímetros en el barrio de Montrouge, en el sur de París.
Antes de la toma de rehenes, el sospechoso se dirigió a las autoridades para decirles: «Ya saben quién soy», en aparente alusión a su acción del jueves en Montrouge, según reportó la agencia EFE.
Los dos grupos de secuestradores al parecer se conocían entre sí, según un oficial de la policía que no estaba autorizado para hablar de las crisis de rehenes con los medios de comunicación.
Los asaltantes del semanario se refugiaron en la pequeña imprenta a unos 40 kilómetros de la capital francesa, no lejos del aeropuerto Charles de Gaulle, que decidió modificar sus planes de vuelo de sus aviones por cuestiones de seguridad.
La policía francesa había difundido previamente un comunicado pidiendo la colaboración ciudadana para encontrar a dos sospechosos, «susceptibles de estar armados y de ser peligrosos», presuntamente vinculados con el tiroteo de Montrouge, Hayat Boumeddiene, de 27 años y Amedy Coulibaly, de 32.
Poco antes, Europa Press había informado que el autor del tiroteo de Montrouge pertenecía a la célula de Buttes-Chaumont, la misma a la que estaban afiliados los dos atacantes del semanario satírico.
Según la publicación, «Coulibaly es conocido por las fuerzas de seguridad porque, al igual que Chérif Kuachi, participó en 2010 en los planes para sacar de prisión al terrorista Smaïn Aït Alí Belkacem, miembro del Grupo Islámico Armado (GIA) y condenado por unos atentados cometidos en 1995 en París».
Los dos hermanos, el menor, Cherif Kouachi, fichado por los servicios antiterroristas franceses, fueron reconocidos por el encargado de una gasolinera cerca de Villers-Cotterêts, una pequeña localidad de la región de Picardía. Según las cámaras de videovigilancia, iban sin pasamontañas y llevaban en el coche fusiles de asalto kalashnikov y un lanzacohetes.
La pista del terrorismo islámico, privilegiada al confirmarse que los asesinos gritaron «¡Allahu Akbar!» («¡Alá es grande!»), se vio reforzada por el descubrimiento de una bandera yihadista en el coche abandonado el miércoles por los sospechosos en París.
Vía AFP, EFE y Europa Press.