Los controles de cambio, precios y ganancias han sido un duro golpe para el sector que debe enfrentar el 2015 con registro de pérdidas económicas e inventarios caídos.
Con las santamarías abajo. Así luce la mayoría de los comercios de la ciudad. Tras pasar una dura realidad económica durante los últimos 12 meses, muchos están sacando cuentas y los saldos están resultando negativos. Las decisiones a tomar serán difíciles.
La advertencia la hizo Gustavo Sosa Izaguirre, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia. Es usual que este mes la actividad comercial aún no se haya reactivado al 100% tras el receso de fin de año. Pero este año, a los cierres fiscales se le suma la circunstancia extraordinaria de crisis financiera.
La proyección del gremio, ante la ausencia de datos oficiales del BCV, es que algunos negocios no volverán a abrir porque no resulta rentable, otros cerrarán de forma indefinida hasta que el Gobierno brinde condiciones que garanticen su operatividad, y otro grupo pasará a la informalidad para reducir estructuras de costos, pero las cifras concretas se con cocerán al final de enero cuando las empresas tengan todos los datos del desarrollo de su actividad durante el 2014.
Los inventarios agotados son en principal problema a vencer. Para ello se requiere un programa de asignación de divisas fluido y eficiente. Pero desde que inició el 2015 eso no ha sido posible. El Sicad II no ha convocado a ninguna subasta en espera por el anuncio de las medidas que en materia cambiaria dará el Ejecutivo. Mientras tanto el sector sigue agudizando su situación.
Vía El Comercio