«Frankenstorm» es muy peligrosa e inusual porque ocurre casi al final de la temporada de huracanes y al principio de la temporada de tormentas de invierno
Trabajadores metropolitanos toman previsiones resguardando los accesos de una estación de transporte, en previsión de inundaciones a causa de los embates de la megatormenta.
WASHINGTON. La tormenta que amenaza a 60 millones de estadounidenses en el este de la nación con intensos vientos, lluvias, olas, inundaciones e incluso nieve es mucho más que un sistema meteorológico ordinario. Es un monstruo extraño sin precedentes.
¿Qué fuerzas lo crearon?
Todo empieza con Sandy, un huracán ordinario proveniente del trópico que avanza hacia el norte rumbo a la costa este de Estados Unidos. A eso hay que agregar una zona de alta presión centrada alrededor de Groenlandia que bloquea la ruta normal del huracán rumbo al mar y lo obliga a avanzar hacia el oeste en dirección a tierra.
Luego se añade un frente frío invernal que llega desde el oeste y choca con esa tormenta. Se le mezcla también aire proveniente del Ártico y se agrega una luna llena y su efecto usual de generar mareas altas. Después se le suman enormes olas generadas por un enorme huracán y vendavales.
El resultado es un monstruo meteorológico que se espera desate su poderío sobre una franja de 1.280 kilómetros (800 millas) de largo, con pronósticos de que en ciertas áreas caerán 304 milímetros (12 pulgadas) de lluvia, 60 centímetros (dos pies) de nieve y vientos sostenidos de entre 65 y 80 kph (40-50 mph).
«El total es mayor que la suma de todas las partes individuales», dijo Louis Uccellini, jefe de predicción ambiental de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés). «Eso es exactamente lo que está ocurriendo», agregó.
La tormenta es muy peligrosa e inusual porque ocurre casi al final de la temporada de huracanes y al principio de la temporada de tormentas de invierno, «así que toma algo a ambas: parte huracán y parte de una tormenta de gran escala por la costa noreste de Estados Unidos, todo un problema», indicó el sábado Jeff Masters, director del servicio climatológico privado Weather Underground.
Ante las previsiones de que Sandy perderá sus características tropicales, la NOAA ha emitido alertas por ventarrones y advertencias que no corresponden a huracán ni a tormenta tropical para las zonas costeras al norte de Carolina del Norte, debido a lo cual algunos meteorólogos televisivos se han quejado de que los informes del clima son demasiado confusos.
Tampoco es un problema que afecte sólo a la costa. Craig Fugate, de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, dijo a la prensa el sábado: «No se trata sólo de una amenaza costera. Abarca una gran zona. El fenómeno penetrará bastante en el territorio», agregó.
«La tormenta crece y regresa a la costa el lunes y martes» dijo Uccelini, que calculó que 60 millones de personas serán afectados de una forma u otra por el meteoro. «Su circulación se extenderá desde el centro norte, el Valle de Ohio, hacia las Carolinas, hasta Nueva Inglaterra y el sur de Canadá. Será en verdad un sistema de tormenta expansivo».
Seth Borenstein / AP