La compleja crisis que afronta Venezuela ha puesto en riesgo la continuidad del modelo socialista impulsado desde hace más de una década por el chavismo, mientras desde el gobierno se plantea la posibilidad de una revisión del modelo y se descarta cualquier cambio de fondo.
El futuro del modelo socialista venezolano, caracterizado por un amplio control del Estado de diversos sectores, podría definirse en los próximos días dependiendo de los recursos que pueda lograr en el exterior el presidente Nicolás Maduro para subsanar el gran déficit generado por el descenso de los precios del petróleo, que es la principal fuente de ingresos del país. Sin embargo, analistas ya plantean la posibilidad de que el gobierno podría recurrir a cambios en el modelo para garantizar su permanencia y sortear la crisis.
«El modelo socialista que creó el comandante (Hugo) Chávez no es un modelo dogmático, es un modelo que puede hacer ajustes, reestructuraciones», dijo el vicepresidente Desarrollo del Socialismo Territorial, Elías Jaua, a The Associated Press al reconocer que el gobierno está abierto a considerar cambios en el modelo.
Jaua afirmó que los ajustes nunca implicarán «volver al libre mercado», y sostuvo que la idea es mantener un modelo que «le dé satisfacción a las necesidades del pueblo».
La jerarquía eclesiástica y la oposición exigieron esta semana al gobierno de Maduro el cambio del modelo socialista como salida para superar la difícil situación económica que afronta el país, que se evidencia en una galopante inflación y los severos problemas de abastecimiento de algunos alimentos y bienes básicos. AP