La caricatura de Mahoma continúa suscitando crispación en los países musulmanes, pero las críticas hasta ahora han sido moderadas
París acogió este jueves los funerales de Wolinski y Tignous, dos de los dibujantes emblemáticos de Charlie Hebdo, mientras se mantiene el fuerte apoyo al semanario satírico, cuya primera edición tras los atentados volvía a agotarse en cuestión de minutos en los kioscos.
Francia dio el último adiós al caricaturista Bernard Verlhac más conocido como Tignous,víctima del atentado a la revista Charlie Hebdo.
La multitud rompía en aplausos al paso de un ataúd, lleno de dibujos y dedicatorias. En la ceremonia su mujer agradecía a todos su apoyo.
Tras el acto la familia realizó una pequeña ceremonia privada en el conocido cementerio parisino del Pere Lachaise, donde también descansan grandes figuras famosas como Marcel Proust,Edith Piaf o Jim Morrison.
Tras el entierro el miércoles de Cabu, el padre del concepto “beauf” (estereotipo del francés conservador de clase media), este jueves será incinerado Wolinski en el célebre camposanto de Père-Lachaise.
Hoy se hará un homenaje al dibujante Charb, director de Charlie Hebdo, en Pontoise, cerca de París, y será enterrado en una ceremonia íntima en el cementerio de la ciudad.
El formidable espíritu de solidaridad con el semanario, una semana después de la matanza en la redacción, seguía bien vivo este jueves.
El nuevo número publicado el miércoles por los supervivientes, con la caricatura de Mahoma en la portada, continuaba vendiéndose masivamente este jueves, y desde antes incluso de las siete de la mañana, muchos kioscos habían vendido ya todos sus ejemplares.
El miércoles se agotó un millón de ejemplares, algo insólito en la historia de la prensa francesa. La tirada total del nuevo número será de cinco millones.
El enorme éxito de Charlie Hebdo en los kioscos benefició a sus pares, el también semanario satírico Le Canard Enchaîné, donde Cabu publicaba sus dibujos desde hacía 30 años, y el diario Libération, que acogió en su sede a los sobrevivientes de la matanza. El Canard Enchaîné publicó el miércoles casi un millón de ejemplares, el doble de lo habitual.
En un discurso en el Instituto del Mundo Árabe en París, Hollande dijo el jueves que los musulmanes son “las primeras víctimas del fanatismo” y “la intolerancia”, tras los ataques sufridos por esta comunidad en Francia desde hace una semana.
En el exterior, la caricatura de Mahoma continúa suscitando crispación en los países musulmanes, pero las críticas hasta ahora han sido moderadas.
En Turquía, la justicia prohibió la difusión por internet de la caricatura del profeta publicada en portada por Charlie Hebdo que, sin embargo, sí reprodujo el diario Cumhuriyet, decidido adversario del régimen islamo-conservador del presidente Recep Tayyip Erdogan.
Vía Noticias 24