El dinero que un taxista ganó durante el día era lo que en principio le interesaba conseguir a un par de delincuentes. Pero el atraco dio un giro y terminó convirtiéndose en homicidio.
La víctima es Carlos Alberto Rodríguez Robles, un hombre de 37 años a quien su familia describe como una persona sencilla y honesta.
Carlos “taxió” desde temprano este martes. A eso de las 9:50 de la noche recogió un pasajero en las adyacencias del Mercal del Core 8. Mientras el hombre subía al vehículo BYD Flyer beige, un par motorizado le bloqueó el paso.
De los delincuentes uno se valió de una pistola para amenazar a Carlos Alberto y a su pasajero Henry Adalberto Fernández, de 44 años.
Al conductor le habrían quitado el efectivo que ganó con sus carreritas, otras pertenencias le arrebataron al cliente de Carlos.
Con su pequeño botín huyeron y tras ellos iban las víctimas, persiguiendo a los ladrones y a la desgracia.
Disparan sin piedad…
La Empire azul placas AI0197A recorría la avenida a toda velocidad, pero el taxista y el pasajero no le perdían la pista.
Una comisión del Centro de Coordinación Policial Altos de Caroní que patrullaba en la misma ruta, atendió las señas que las víctimas le hicieron.
Llegando a la intercepción del semáforo hacia Curagua y Barrio Guayana, en la Avenida Norte-Sur 4, Carlos golpeó la moto y sus ocupantes cayeron al pavimento.
Los ladrones se bajaron y esta vez los dos desenfundaron las armas, no solo para intimidar sino que las accionaron una y otra vez contra el vehículo.
Los proyectiles impactaron a Carlos y a Henry; más de uno alcanzó al taxista, dejándolo muerto dentro del carro. El pasajero resultó tiroteado en uno de sus brazos.
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