Los padres de los 43 estudiantes desaparecidos desde el 26 septiembre en el estado mexicano de Guerrero han decidido tomar la búsqueda de sus hijos en sus manos.
La búsqueda se da en medio de la polémica sobre la supuesta participación del Ejército en la desaparición de los jóvenes. Las familias habían asistido a operativos de fuerzas de seguridad, pero esta es la primera vez que buscan por sí solos.
Llevan cobijas, botas de montaña, agua y alimentos, pero sobre todo, la esperanza de encontrar a sus hijos.
El abogado Vidulfo Rosales, del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan y representante de las familias, indicó a CNNMéxico que en la búsqueda participan alrededor de 300 personas, entre familiares e integrantes de organizaciones civiles y de la policía comunitaria.
El inicio de estas tareas ocurre tres días después de que familiares y compañeros de los desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa se enfrentaran con militares, un incidente en el que hubo alrededor de una docena de heridos.
La refriega —en la que se arrojaron piedras, palos y gas lacrimógeno— ocurrió afuera del cuartel del 27 Batallón de Infantería del Ejército, al que los padres de los normalistas exigían entrar argumentando tener indicios de que soldados participaron en la desaparición de los estudiantes.
Sin embargo, autoridades federales niegan que militares o alguna otra institución federal estén involucrados en el crimen, que la Procuraduría General de la República (PGR) atribuye a policías de Iguala y de Cocula ligados al cártel Guerreros Unidos.
La Secretaría de Gobernación (Segob) incluso planteó a los familiares abrir los cuarteles para que puedan ingresar a buscar.
Los padres desconfían de las investigaciones de las autoridades mexicanas en medio de las pocas respuestas y los muchos interrogantes que ha dejado la investigación.
Hasta ahora unas 100 personas han sido arrestadas en el proceso de investigación, y los restos de uno de los estudiantes, Alexander Moras, fueron identificados.CNN