El título de esta columna resume lo que en 2014 les venía advirtiendo, y les puse como ejemplo el caso de la comunidad judía en la Alemania de Hittler: nadie lo creía por eso nadie se atrevía a denunciar, pero pasó. Los invito a visitar el Museo del Holocausto en Israel, claro está, por Internet.
Todo lo que ocurre en mi país lo resumí en una columna a la que denominé “La hambruna”. Dolorosamente, hoy a las pruebas me remito.
La Iglesia no duerme
El pasado 12 de enero, la Conferencia Episcopal Venezolana presentó un crítico documento, en el que exige diálogo en el país, advirtiendo que el Gobierno va por el camino equivocado, siendo «el mayor problema y la causa de esta crisis general, como hemos señalado en otras ocasiones, la decisión del Gobierno Nacional y de los otros órganos del Poder Público, de imponer un sistema político–económico de corte socialista marxista o comunista. Ese sistema es totalitario y centralista, establece el control del Estado sobre todos los aspectos de la vida de los ciudadanos y de las instituciones públicas y privadas.
Además, atenta contra la libertad y los derechos de las personas y asociaciones y ha conducido a la opresión y a la ruina a todos los países donde se ha aplicado».
Más claro, imposible. La Iglesia cayó en cuenta que estamos bajo un estado totalitario, pero qué bueno que lo haga público.
La pastoral de la CEV afirma que: «esta decisión se evidencia, entre otras cosas, en el desprecio de cualquier propuesta que no sea la oficial, en el desarrollo de una hegemonía comunicacional que entraba y limita la actuación de medios independientes, en el propósito de controlar los sindicatos, en la persecución por vía judicial de la disidencia política, en la multiplicación de leyes, normativas y procedimientos que dificultan la acción del sector privado, incluso de aquellas organizaciones sin fines de lucro que se dedican a promover obras de beneficio social.
Como se aprecia, nada nuevo bajo el sol, con el atenuante que nuestra Iglesia Católica reafirma en esta Pastoral que el socialismo marxista es un camino equivocado, y por eso no se debe establecer en Venezuela.
Esto me recuerda al Concilio de Puebla, los argumentos de la Teología de la liberación y la tesis famosa del autor Freixedo Salvador en su obra «Mi Iglesia duerme». Aunque guardando la distancia -aclaro-, debo decir sin temor a equivocarme que «La Barca de Pedro ha estado estancada», con muy contadas excepciones.
Mi país vive en estos momentos su fase mas crítica de la violencia: Violencia suave y violencia civilizada.
El Gobierno de Maduro se arropó en el legado de Chávez y se acopla en 15 años poniendo en práctica la Teología de la Violencia, con la palabra clave Revolución, y acabando con el mito que el capitalismo es malo y perverso, tenemos bajo esta falsa premisa de revolución y del hombre nuevo, una Venezuela de hombres y mujeres vegetando en la miseria, el hambre y la desesperación, quien piense lo contrario vive en otro país.
La salida
La Iglesia propone por todas estas razones nuevamente el diálogo como la vía indispensable para lograr la concertación y resolver los graves problemas de nuestro país.
Ahora bien: un diálogo sincero y eficaz que prevea cambios y acuerdos en bien de todos, solo es posible con una esperanza trascendental que ponga en movimiento a la mayoría de los venezolanos -de todas las tendencias políticas- con los valores indispensables para la regeneración del país.
Señala el documento, que ya ha tenido reacciones en el Gobierno, no del presidente Maduro quien estaba de gira cuando salió a luz pública, sino del segundo hombre del chavismo, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien exhortó a la Iglesia “a inscribir un partido político, porque hablan más como políticos que como católicos”.
Es de recordar que en Venezuela se intentó imponer una Iglesia Católica Reformada, chavista, que funciona desde 2008.
¿Pero hay salida?
La CEV no ha respondido a los señalamientos, remitiendo a la lectura de su Pastoral, en la que también señala que desde el Gobierno “se desprecia cualquier propuesta que no sea la oficial”, y que la intención totalitaria se muestra en “el desarrollo de una hegemonía comunicacional que entraba y limita la actuación de medios independientes, en el propósito de controlar los sindicatos, en la persecución por vía judicial de la disidencia política, en la multiplicación de leyes, normativas y procedimientos que dificultan la acción del sector privado, incluso de aquellas organizaciones sin fines de lucro que se dedican a promover obras de beneficio social”.
Capriles: un
efecto retardado
Otro punto que no debo dejar pasar es el llamado efecto Capriles, que de repente aparece en escena para llamar a la calle. Qué riñones. Ya se le olvidó que hace dos años, cuando todo el mundo lo daba ganador, nos mandó a casa a tocar cacerola. Sin duda se peca también por omisión. Es entendible su desesperación de Capriles. Ya el Consejo Legislativo de Miranda tiene listo aprobar por mayoría el ardid político que lo obliga a solicitar permiso cada vez que vaya a salir de la región mirandina, a otros estados como fuera del país.
Es una lástima que su liderazgo se haya estancado, pero cada quien es víctima de sus propias decisiones.
Hambruna
Tal y como dice La Biblia, nos llegó el tiempo de las vacas flacas. Una crónica anunciada. Todos los expertos se lo advirtieron a Maduro. Pudo mas la soberbia que salvar al país de esta catástrofe llamada hambruna, donde el mercado negro controla todo. Desde carne de primera a mil bolívares el kilo, hasta un dólar en Bs. 189,67; o un kilo de pimentón en Bs. 175… y la lista sigue:
1 Kg de tomates= Bs. 130
1 Kg de cebollas= Bs. 140
1 Kg de jamón= Bs. 490
1 Kg de queso= Bs. 380
1 Kg de carne molida= Bs 380
1 cartón de huevos= Bs 360 y esto depende porque en cada sitio el precio es distinto más caro por supuesto…
1 pastilla de jabón= (no hay)
1 desodorante= (no hay)
1 Paquete de pañales= (no hay)
Detergente= (no hay)
Leche en polvo= (no hay)
Leche Maternizada= (no hay)
Harina de maíz= (no hay)
1 canasta básica alimentaria familiar= Bs 24.750,00
1 Salario mínimo= Bs. 4.889
El que tenga ojos que vea…
Votar es la salida
para la CEV
Según la CEV, en el país una oportunidad estupenda para ejercer esa responsabilidad política en este año son las elecciones para la Asamblea Nacional.
«Los actores políticos deben postular a personas debidamente seleccionadas y capaces, de alta responsabilidad, cualidades morales y espíritu de servicio al pueblo. Llamamos a todos los electores a participar, pues del voto de cada uno de nosotros dependerá de la composición de la futura Asamblea, factor importantísimo en la solución de los problemas del país.
El Consejo Nacional Electoral tiene la ineludible obligación moral de actuar con transparencia e imparcialidad, sin promover cambios que lesionen la justicia y la representación equitativa de la población. Le corresponde también la obligación de perfeccionar el sistema electoral de manera que no haya ventajismos de ningún grupo, y que no se utilicen los recursos del Estado para promover ninguna candidatura».
A calzón quitao
Wilmer Suárez
Twitter: @acalzonquitao