Cuba busca con Estados Unidos (EEUU) “lograr una migración legal, segura y ordenada”, señaló este miércoles la directora para EEUU de la Cancillería Cubana, Josefina Vidal.
La diplomática ofreció un balance de la vigésima octava ronda de conversaciones migratorias entre ambas naciones, que se llevó a cabo en La Habana, con miras a evaluar la marcha de los acuerdos establecidos por estos países desde 1994 y además avanzar en el restablecimiento de las relaciones, hecho anunciado en diciembre pasado.
“Reconocimos que ha habido un respeto al compromiso asumido por el gobierno de EEUU de otorgar no menos de 20 mil visas al año a emigrante cubanos (…) y se ha producido un incremento también de las visas concedidas a ciudadanos cubanos para realizar visitas temporales a los EEUU”, precisó Vidal.
Añadió que la parte cubana ofreció información que demuestra “la marcha satisfactoria de la implementación de los nuevos procedimientos migratorios cubanos contenidos en la política migratoria de nuestro país que fue actualizada en el año 2013”.
Señaló que Cuba reconoció en ese encuentro que hay un incremento en la cooperación y la comunicación entre las agencias competentes de ambos países para enfrentar la emigración ilegal, el contrabando de personas y el fraude migratorio.
Asimismo, la delegación cubana propuso realizar en los próximos meses un encuentro técnico entre expertos para intercambiar sobre el tema del fraude en documentos migratorios.
Vidal detalló que en ambas partes coincidieron en los resultados favorables que tuvieron los intercambios técnicos profesionales realizados recientemente entre el servicio de guardacostas de los EEUU y las tropas guardafronteras de Cuba, para intercambiar sobre la ampliación de la cooperación.
Problemas que persisten
La representante de la Cancillería cubana manifestó que en el encuentro ambas partes identificaron “aspectos en los que hay que trabajar para solucionar problemas que persisten contra la letra y el espíritu de los acuerdos migratorios”.
Informó que Cuba rechazó la persistencia de la la política de «pies secos-pies mojados» y la Ley de Ajuste Cubano. La primera se aplica a cubanos y supone que los que pisan tierra estadounidense pueden quedarse legalmente mientras que se les prohíbe la entrada a los que son parados por la Guardia Costera en el mar; y la segunda niega la posibilidad de emigración a quienes son interceptados en el mar.
Estas normativas -señaló Vidal- contradicen los acuerdos y “siguen siendo el estimulo principal a la emigración ilegal, al tráfico de emigrantes y a las entradas irregulares a EEUU, desde terceros países, de ciudadanos cubanos que viajan legalmente al exterior”.
Cuba además manifestó que “no están siendo devueltos a Cuba todos los emigrantes ilegales cubanos interceptados en alta mar, lo cual es contrario a los acuerdos migratorios”.
Los representantes cubanos rechazaron “la continuidad de la política dirigida a alentar a profesionales y técnicos cubanos de la salud a abandonar sus misiones en terceros países en tanto esta es una práctica censurable de robo de cerebros, que además intenta privar de recursos humanos vitales a muchos países que se benefician de la colaboración cubana”.AVN