Es tan grave la situación en Venezuela, que la mejor demostración del desabastecimiento y de la escasez que tenemos fue el evento realizado el pasado domingo por el régimen en la parroquia Antimano, donde la venta de alimentos que acostumbran a hacer en este tipo de operativos brilló por su ausencia
Omar Ávila
Twitter: @omaravila2010
Este año 2015 el Presidente de la República, Nicolás Maduro, lo inició con una gira para pedir dinero a otros países, luego que Venezuela le diera tantas regalías a muchos y aún conserva cuentas por cobrar; más triste que eso, fue lo que vimos la semana pasada, al regreso del Primer Mandatario a la “Patria”, donde el gobierno tratando de mantener lo insostenible, montó par de tarimas, una en la Plaza Catia y otra a la altura de Lídice, donde a su vez colocaron un Mercal y a pesar de eso, fue el sitio que recibió la mayor de las pitas de la gente que estaba haciendo la cola para poder comprar.
A lo largo del recorrido se pudo escuchar el sonido de las cacerolas vacías, como una forma de mostrar el descontento del pueblo hacia la situación que viene viviendo el país hace poco más de un año y con una vertiginosa decadencia ante la ausencia de alimentos.
De igual manera pudimos observar al canal oficial del Estado invitando al recibimiento de la familia presidencial de una forma desesperada, vista la poca presencia “voluntaria” del soberano; ni a sus simpatizantes pudieron congregar a cambio de unas migajas de comida de Mercal.
Realmente lo que el pueblo quiere ver llegar son alimentos, la gente no come con firmas, acuerdos o viajes de Maduro y compañía por varios países del mundo.
En resumen, fue un recibimiento bien escuálido que tuvo el Presidente, al que sólo le hubiese bastado, quizás con ofrecer con anterioridad que iban a tener algunos de los ansiados productos desaparecidos de los anaqueles y de seguro, por lo menos gente hubiesen tenido, eso sí, no me cabe la menor duda que pitándolo y diciéndole la verdad en su cara al mismo.
Es tan grave la situación en Venezuela, que la mejor demostración del desabastecimiento y de la escasez que tenemos fue el evento realizado el pasado domingo por el régimen en la parroquia Antimano, donde la venta de alimentos que acostumbran a hacer en este tipo de operativos brilló por su ausencia. Asimismo la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) lo dijo claramente hace algunos días, que quedaba insumos para medio poder comer enero y febrero. Ahora, sin lugar a dudas, Nicolás debe rendir cuenta de esta nueva “colita” de 13 días con la familia, decirnos a los venezolanos que acuerdo firmó, con quién y bajo qué condiciones.
No debemos olvidar que entre las múltiples deudas que tiene el gobierno de rendirnos cuenta, están también las “colitas” de PDVSA de Jaua y compañía, de los más de 25 mil millones de dólares de CADIVI, entre muchas otras que tiene pendiente y son parte de lo que hubiésemos querido escuchar los venezolanos en lo que terminó siendo un nuevo rosario de promesas.
Para finalizar, quiero proponerle al Primer Mandatario que su próxima gira sea para cobrarle a los países de América Latina y El Caribe, los cuales por venta de petróleo nos adeudan más de 20.500 millones de dólares. Entre ellos se encuentran los que integran Petroamérica, que incluye a los países del continente enmarcado en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA); PetroCaribe que integra a 18 naciones caribeñas y centroamericanas; el Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas suscrito con Bolivia, Paraguay y Uruguay; y el Convenio Integral de Cooperación que incluye a Cuba y Argentina.