La cabeza de El Johan yacía en la entrada del Cementerio Municipal de El Callao cuando sus familiares trataron de confirmar el rumor que rondaba en el pueblo desde la noche que enterraron su cadáver.
El sábado en la mañana supieron que un grupo de maleantes invadió el camposanto durante la madrugada y, además de exhumar el cuerpo, lo quemaron y “ruletearon” la cabeza que presuntamente cortaron con arma blanca.
Al ver la siniestra escena, los familiares se apresuraron a informar lo acontecido a las autoridades. Funcionarios del Cuerpo de Investigación Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) llegaron rápidamente al sitio.
Luego de tomar declaraciones de testigos, los detectives procedieron a examinar las partes del cadáver para enterrarlo una vez más.
Tienen previsto iniciar una nueva investigación sobre lo ocurrido y encontrar a los autores materiales del crimen.
Al finalizar el sepulcro, alrededor de las 4:00 de la tarde del viernes, familiares y amigos de Johan abandonaron las instalaciones del Cementerio Municipal de El Callao creyendo que yacía seguro y que descansaría por siempre en paz.
No podían estar más equivocados, debido a que ese mismo día, pero en horas de la noche, un grupo de delincuentes irrumpió en el sitio para extraer el cadáver de la fosa y luego efectuarle diversas quemaduras en el área del torso y abdomen.
Según testigos, la cabeza de El Johan fue “ruleteada” por todo el camposanto, hasta que finalmente la abandonaron en la entrada y huyeron.
Todas las versiones llegaron a sus dolientes horas después del dantesco crimen. Desde el sector El Perú, donde descansaban de la agobiante semana que vivieron después de su muerte el lunes en la mañana, llegaron al cementerio para confirmar los rumores.
Tras descubrir la cabeza del infortunado buscaron por las instalaciones del cementerio hasta que hallaron el cuerpo en las cercanías de la tumba donde el viernes en la tarde lo enterraron.
Vía Primicia