Jonathan Vázquez tiene un trabajo poco habitual. Es «luchador de cocodrilos» en un pequeño zoológico de Florida, un empleo con el que pretende demostrar que estos animales «no son unos monstruos».
Jonathan, conocido como «Cattail», trabaja en el Jungle Queen Tropical Isle, un zoo situado en Fort Lauderdale, una zona del sureste del Estado conocida como «la venecia de America» por su entramado de canales.
En este centro realiza un espectáculo diario en el que baja al foso de los cocodrilos y simula una lucha con el animal, y en la que no duda a la hora de jugar con su poderosa cola o en poner su cara o su mano dentro de las fauces.
Para ello se hace valer de las técnicas ancestrales que usaban las poblaciones de índios nativos americanos. Una práctica que sirve para preservar además un trabajo que cuenta con cada vez menos profesionales tras casi 100 años de auge hasta finales de los 1990.
Los animales contra los que combate son de la especie de aligátor americano, un cocodrilo que puede alcanzar los 6 metros de longitud y que es considerado como el mayor de los caimanes en Estados Unidos. Es, además, desde 1987 uno de los animales oficiales del Estado de Florida, al simbolizar sus pantanos y su vida salvaje.
Para «Cattail» lo importante de su trabajo es poder «contribuir en la educación de los cocodrilos» y tener la oportunidad de explicarle a la gente que «es posible vivir con estos cocodrilos alrededor sin tener problemas» entre ambas especies. EFE