El 7 de octubre de 2012 los venezolanos de oposición dimos una muestra de unidad traducida en 6 millones 591 mil 304 votos, durante las elecciones presidenciales contra el fallecido, Hugo Chávez; y lo fue aún más el 14 de abril de 2013, cuando unidos logramos capitalizar 49,12% de la preferencia electoral, en un proceso plagado de ventajismo y de muchas adversidades.
Un camino largo, sí, pero bien transitado. Años de lucha y de crecimiento. Una hoja de ruta que nos ha demostrado que juntos podemos lograr el cambio de gobierno que tanto deseamos y necesitamos. ¡Y hacia allá vamos!
No es justo que luego de una de las bonanzas petroleras más largas y fructíferas de nuestra historia, los venezolanos tengamos que mendigar por un paquete de harina pan, o pasar por la humillación de ser marcado con un número en la muñeca para poder ingresar a un abasto o supermercado sin siquiera saber si conseguiremos el pote de leche que queremos llevar a nuestras casas.
No es justo que nos estemos muriendo de mengua, por el deterioro de nuestro sistema de salud, por la falta de insumos en los hospitales o por la escasez casi absoluta de medicamentos y tratamiento para enfermedades crónicas.
¡Basta de conformarnos con tan poco!
No se trata de fomentar la anarquía, y mucho menos de llamar al vandalismo. Se trata de unirnos, de fortalecernos y de impulsar un cambio constitucional, electoral, pacífico y democrático. De transitar el mismo camino que escogimos en 2012 y 2013, y que nos convirtió en una fuerza política de reconocimiento y respeto, en Venezuela y fuera de ella.
Una ruta que nos lleve a levantar al país de la debacle económica, política y social que nos ahoga en pobreza. Una vía que quizás sea larga sí, pero que obligatoriamente debe pasar por el fortalecimiento de las instituciones; la separación de poderes; y en lo inmediato, por la escogencia de una nueva Asamblea Nacional, y juntos podemos lograrlo.
Las matemáticas no fallan. Si en las elecciones parlamentarias de este 2015 superamos los 7 millones 363 mil 264 votos que obtuvimos el 14 de abril de 2013, sin lugar a dudas seremos mayoría, con lo que estaríamos abonando la vía para el cambio de gobierno por el que tanto hemos transitado.
Venezuela ya no puede esperar más. Las malas políticas, pero sobre todo la falta de gobierno deben recibir una respuesta enérgica de nuestra parte. Y esa respuesta debe expresarse en votos.
El quiebre interno de la “Revolución bonita”, es propicio para dar pasos inteligentes y organizados. En honor a esa mitad del país que quiere un cambio, que ha votado por una propuesta de progreso, vale la pena luchar en unidad. En la unión está la fuerza.
Coordinador General Primero Justicia Municipio Sucre
Jorge Barroso