Los combos son ilegales, porque te colocan artículos que ellos casi no venden y te clavan tu diario de gastos
Llega mi día de compras, pues mi cédula termina para ese día elegido por una resolución que todos saben, supuestamente para bajar las colas, pero al llegar hora 5:55 am, ya el montón de cédulas que traía la persona que estaba en ese momento, era mayor que los que estábamos en cola.
Allí comienza la malicia de las personas de la tercera edad, o de edad sabionda como dijo el Poeta (Poeta aquí en Yare es un personaje muy conocido en el argot radial por su programa Reminiscencias Son ) , y comienza la chanza .
Aquí no hay tanta gente así para que esta señora tenga ese bojote de cédulas entre manos. Era cierto, contando por encimita, no llegamos si acaso a cuarenta y de ¿quién serían esas sobrantes cédulas?. Nunca falta un viejo jodedor que exclamó: eran cédulas exprés, o sea fueron transmitidas por internet el día anterior a las personas, y todos comenzaron a reír.
Comienza a salir el sol y arrechamente se empieza a calentar el sitio tanto de calor como de ánimo. Decía un señor setentón él: “Coño, van a ser las 8:00 am y todavía no abren esta vaina y uno aquí sin poder sentarse; este alcalde de Yare debería hacer unos toldos con unos bancos para uno sentirse mejor, nojoda, por que no hace nada”.
Y riposta Antonio, que por casualidad volvió a estar detrás de mí: “¿Y este Pdval vino en autobús o lo trajeron en gandolas o en grúas? Tuvo alguien que hacer las diligencias sobre las autoridades para saciar las necesidades del pueblo, y usted tan mal agradecido pidiendo que le coloquen un toldo con sombrilla incluida, marca Acme, y que de paso le coloquen sus bolsas de comida al lado”.
Se comienza a calentar la cola, sale el encargado y dice: “Por favor, escuchen, se nos cayó el sistema, estamos tratando de corregir, pero esto no es culpa de nosotros”. Y el señor: “Esto es lo que faltaba”.
De repente sale la voz chillona de una muchacha en medio de la avenida, arengando hacia la cola: “Llegó leche y harina pan en Nilo Tuy (abasto grande, muy conocido en la zona)”.
Yo no sé de donde salió esa marabunta de gente por el norte, sur, este, oeste; con la vista recorría, pero como son gallos de cría también se pegaron en el corte. Entre tanto, la cola ya se había bajado, muchos exigieron le devolvieran su documento por desánimo para acceder a los alimentos. Mientras, al otro lado, las colas se hicieron grandes, mensajes de celulares, motorizados, policías, ambulancias, de vaina no llegaron los bomberos para apagar a los coleros. Entre tanto, oh, sorpresa, llegó el sistema y de repente van llegando las cédulas exprés y Antonio dice: “¿Qué vaina es esta?” Yo le dije: “Chamo, recuerda, son cédulas que compran por internet on line”. Un viejito más que nosotros con una boina roja, pero del MVR, lentes oscuros y diciendo: “Buenos días, camaradas”. “Coño buen disfraz”, dice Antonio. “Este está fuera de época”. No Antonio, es un buen disfraz es mvredista, recuerda que allí vienen un montón de disfrazados, le digo.
Vienen llegando los arrepentidos que abandonaron su lugar, pero ya habíamos comprado pollo, harina, aceite, carne, leche, azúcar café, margarina, entre otros. No había jabón en polvo, pero si en panelas, no había caviar, pero si sardinas y atún. Tampoco había galletas gratinadas con un show de chocolate, pero había cimarrón por panelas. Por el otro lado, las marabuntas acababan con el combo de un pollo, un aceite jabón, margarina, dos harinas marca Pan un yogurt, y una botellita de agua mineral, todo por la módica suma que estos miserables ponen a sus combos.
Señores, los combos son ilegales, te colocan artículos que ellos casi no venden y te clavan tu diario de gastos. El único combo legal es el Combo de Puerto Rico y de paso es musical.
Simón Ruiz
@ruizburundanga
ruizsimon1@gmail.com