En el hospital José María Vargas, falleció este martes Alejandro Contreras, de 21 años de edad, luego de sufrir un paro respiratorio. El joven mejor conocido como “Grecia”, se había sometido hace una semana, a un aumento de glúteos, con inyecciones de silicona para cabello sin procesar.
El joven era natural de Mérida y viajó a Caracas hace cinco meses con la ilusión de conseguir trabajo. Desde esa ciudad contactó a la persona que le haría el procedimiento estético, reunió el dinero y viajó decidido a cumplir sus sueños.
La semana pasada acudió a la sesión que llevó a cabo en un hotel en Plaza Venezuela. Adquirió con sus ahorros, 3 litros de silicona que según un compañero venden en Colombia. Cada litro tiene un costo de Bs F. 5 mil, sumado a los 10 o 15 mil que canceló por la aplicación.
Al llegar a la habitación donde estaba alquilada, cuando trascurrieron 7 horas, el joven comenzó a sentir dolores en los glúteos, vomitó y sintió un enorme malestar general que complicó con un cuadro de asma de la que padecía desde niño.
Sus amigas la llevaron al hospital Miguel Pérez Carreño donde le aplicaron oxígeno, regresaron a casa pero el malestar no pasaba. Fue cuando decidieron llevarlo al hospital Vargas, donde negaban a recluirlo, hasta que una de sus amigas enfurecida, exigió que le examinaran.
Tras practicarle exámenes y placas de rayos X, determinaron que las inyecciones, le habían perforado una arteria. La sustancia que le aplicaron había emigrado al pulmón y eso estaba afectado progresivamente su cuadro respiratorio.
Los médicos indicaron que debían drenarle los glúteos, pero su estado empeoró y tuvieron que llevarlo a la Unidad de Cuidados Intensivos donde este martes falleció.
Dos primas de Alejandro Contreras, viajaron desde Mérida hacia Caracas para retirar el cuerpo. Ayer estaba con una amiga en la morgue. Ella fue quien narró cómo ocurrieron los hechos, pero aseguró a ofrecer el nombre de la persona que había realizado el procedimiento estético. Dijo que sería el Cicpc el encargado de esclarecer el hecho.
Allegados a la víctima contaron que la persona que inyectó a Contreras también es una transgénero. Ya había aplicado las inyecciones a otras personas y a una hace dos años, tuvieron que drenarle los glúteos porque sufrió reacciones adversas.
AA