El cantante sedujo a la Material Girl.
Existe un momento cumbre en la carrera de un artista latino en el que sabe que por fin ha alcanzado el éxito a nivel internacional, y ese es cuando consigue atraer la atención de Madonna, famosa por su debilidad por los hombres de sangre caliente.
En el caso concreto de Ricky Martin, consiguió dejarla embelesada gracias a su apasionada actuación en la gala de los Grammy de 1999, tras la cual la Reina del Pop no dudó en abordarle frente a los medios para darle la enhorabuena y prometerle que “le echaría un vistazo” a su trofeo más tarde, un “momentazo” que jamás olvidará. Viniendo de la Reina del Pop, se puede esperar mucho doble sentido en sus palabras…
“Ya la conocía, me la había encontrado unos años antes. Siempre ha sido extremadamente atenta y respetuosa conmigo. Cuando se subió al escenario en plena rueda de prensa, me quedé como: ‘Sí, ok, vaya momentazo…’”, recordó divertido el portorriqueño durante una entrevista a Yahoo! Music.
Pero antes de que los movimientos de cadera de Ricky impresionaran a Madonna, otro intérprete de habla hispana consiguió hacer que la cantante revolviera cielo y tierra con tal de conocerle: el actor malagueño Antonio Banderas, quien recientemente también rememoró la profunda impresión que le causó verse retratado como todo un ‘latin lover’ en el documental de la ambición rubia, Truth or Dare.
“Recuerdo que estaba en un hotel de Los Ángeles y ella me invitó a una cena. Una vez allí me tendió una cinta de vídeo y me dijo: ‘Si no te gusta cómo sales, dímelo y te eliminaré de la película. Pero sinceramente, creo que eres muy atractivo, me gusta lo que haces y disfruto siendo la chica que fantasea con la posibilidad de seducirte’. Cuando vi la cinta, no pude evitar pensar: ‘Esto es como una campaña publicitaria para mí’”, relataba Antonio al periódico The Times.