La reiterada negación de la democracia participativa y protagónica en los procesos de toma de decisión, sumado a la negación de los problemas reales del país, junto con la persecución a la crítica chavista y la opositora racional (…) sería el peor error de este gobierno
Nicmer Evans | Aporrea.org
Dada la situación actual de crisis política y económica, y en puertas de una crisis social como consecuencia de una situación multicausal, que involucra tanto la guerra de sectores económicos interesados en la desestabilización política como la ineptitud y complicidad de altos funcionarios del gobierno y en general de la burocracia, el presidente Maduro parece llegar a una encrucijada que abre tres posible caminos u opciones a seguir.
Opción 1. «Correr la arruga»,
hasta ver cuanto aguanta
Esta es la tesis del «Dios proveerá» o «como vaya viniendo vamos viendo» que es la que se ha tomado hasta ahora en lo económico. Un aparente «no hacer nada», que deja de fondo el escenario para que las tesis neoliberales del mercado, pero con un Estado poseedor de las divisas, siga permitiendo el aumento indiscriminado de los precios de todos los productos y el robo impune de nuestras divisas a través de un sistema de control de cambio que ya no soporta los niveles de corrupción que opera sobre ellos.
Esta opción, aunque es la más cómoda electoralmente, no aguanta más tiempo, producto del déficit presupuestario que ya supone un barril de petrolero 20 dólares por debajo de un presupuesto, por cierto, ya subestimado para los requerimientos del país.
Opción 2. «Golpe de
Timón» e «impunidad 0»
Girar hacia la izquierda y recomponerse desde el chavismo, lo que implica, entre otras cosas:1. Destituir al actual gabinete de ministros y simplificando los despachos a no más de 15 ministerios, 2. Establecer mecanismos que garanticen la profundización de la democracia participativa y protagónica a través de consultas refrendarias de las decisiones más importantes, 3. Convocar a una auditoría pública ciudadana contra el desfalco a la nación durante todo el período de control cambiario, 4. Ejecutar un cese temporal negociado de pago de la deuda para la recomposición de nuestras cuentas y reorientando las divisas para reactivar el aparato productivo del país con sectores de participación comunal, privado y del Estado claramente definido, además de establecer un tipo de cambio que permita ubique el verdadero valor de nuestros salarios, y al final 5. Aplicar las pautas emanadas por el Presidente Chávez en el discurso llamado «Golpe de Timón» del 20 de octubre de 2012.
Esta opción aunque no es una receta, con base en variaciones e inclusiones pertinentes, es la que podría garantizar una relegitimación del gobierno del presidente Maduro con las bases del chavismo y con el pueblo en general y garantizar la continuidad del proceso revolucionario.
Opción 3. El autoritarismo
La reiterada negación de la democracia participativa y protagónica en los procesos de toma de decisión, sumado a la negación de los problemas reales del país, junto con la persecución a la crítica chavista y la opositora racional, además de una represión sistemática a la protesta ciudadana y al final, la imposición de unas medidas contrarias a la necesidad popular, sería el peor error de este gobierno, que conduciría a la violencia que todo el país rechaza, Sin embargo, existen personeros en el entorno presidencial manejando esta tesis y azuzando su aplicación.
Está hoy en manos del Presidente Maduro decidir el camino a tomar por su gobierno. La historia juzgará y el pueblo también.