“El zoquete amarra el bongo aunque venga de patrón”.
Refranero popular
Nelson Chitty La Roche
e-mail: nchittylaroche@hotmail.com
Mentir e imputar a los adversarios los errores y descalabros propios fue uno de los más repetidos ejercicios que se permitió el nacional socialismo alemán. En la misma línea se observo a HCHF desde el 11 de abril e ininterrumpidamente lo hizo hasta que la muerte se lo llevó.
José Vicente Rangel en sus días de estelarismo gubernamental así lo hacía y atribuía a los manifestantes de oposición ademanes violentos ante la guardia nacional y los círculos bolivarianos que soportaban estoicamente a los agresores civiles. Falaz y sórdido se mostró el oficialismo desde entonces y lo sigue haciendo con contumaz impunidad.
En esa estrategia los vemos culpando a empresarios, importadores, profesionales liberales y especialmente comerciantes a los que se les señala de acaparar, ocultar, contrabandear los artículos de primera necesidad y entre esos las medicinas. La escasez, el desabastecimiento, la carestía son flores del mismo jardín. El gobierno apuesta a que ha sembrado suficiente odio como para que los pobres les crean sus infamias y continúen recibiéndoles sus misiones y otros engaños enajenados y alienados hasta siempre. Pero ocurre que el pueblo llano le está jugando una al socialismo y disfrazado de víctima le sopla el bisteck y le patea la lata.
Me permitiré una larga cita pero sin desperdicio: “El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, señaló que el “único empleo que crece en el medio de la crisis venezolana es el bachaqueo” y acotó que este “presenta subdivisiones y jerarquías”. Así lo dio a conocer a través de su cuenta en la red social Twitter, @luisvicenteleon, cuando escribió: “Es evidente que en un país con caída de oferta y precios controlados, la demanda está insatisfecha y dispuesta a pagar más en el informal“. “Con demanda insatisfecha, los bienes duran poco en el anaquel. Los consumidores clásicos compran para protegerse y los informales para revender. Sin productos suficientes y con precios bajo costos, el estímulo natural es a comprar para revender localmente o por contrabando”, agregó al tiempo que reseñó que “con la economía en crisis y con dificultad de ingresos, la nueva actividad del bachaqueo se convierte en una alternativa laboral atractiva”.
Sostuvo que los revendedores iniciaron “vendiendo productos comprados en bolívares en el exterior para obtener la ganancia cambiaría, pero la dinámica de la crisis venezolana ha contraído tanto la oferta de bienes que el negocio ahora es la venta interna en mercado informal“. “Ya no es atractivo comprar bienes en Venezuela y vender en Colombia asumiendo riesgos. Compran barato y venden caro en la esquina siguiente. El estímulo a la reventa es tan grande que la actividad del bachaqueo se ha sofisticado y hay diferentes ‘especialidades’”, explicó el también economista. León enumeró, a su juicio, los tipos de bachaqueros: “Primero, bachaquero tradicional: todavía sigue comprando en la frontera y desplaza las mercancías al exterior para obtener divisas. Se ha reducido mucho. Segundo, nuevo bachaquero: compra haciendo colas en canales públicos y privados y revende en las calles o en bodegas y casas. Tercero, distribuidor bachaquero: tiene la operación estructurada que incluye monitores en moto y vehículos de traslado para personal que compra para él. Cuarto, empleados fijos del distribuidor bachaquero: cobra un sueldo fijo para hacer colas y comprar financiado por el distribuidor y para él. Quinto, guarda cola: se dedica a hacer la cola diariamente y vende su puesto cercano a la entrada para que otro pueda comprar”.
Precisó que el surgimiento de esta actividad “informal se consolida y su eliminación podría ser compleja y explosiva. El bachaqueo se gobierna en un sistema de redistribución de riqueza de las clases medias y altas (comprador) a revendedores de estrato bajo”. ¿Eso es guerra económica o acaso fracaso?