Al parecer, los hoy occisos pretendieron hacer un “cambio de gobierno” en el grupo delictivo en el que estaban, pero el “pran”, a quien querían destronar, y sus colaboradores, los neutralizaron a plomo
Tres hombres fueron asesinados a disparos a las 8:30 de la noche del pasado martes, en la calle principal de la parte alta del sector Sutil de San Miguel en la parroquia Nueva Cúa, municipio Rafael Urdaneta. El sangriento suceso ocurrió en medio de una festividad de carnaval. Al sitio, según revelaron algunos testigos a la policía, se presentaron varios sujetos armados y dispararon en contra de los infortunados, quienes estaban sentados sobre sus motos.
La fuente reveló que los fallecidos fueron identificados como Yanixon Alberto Gil Riojas, de 35 años de edad, y los hermanos José Wladimir y Juan Ignacio González Nieto. Los tres murieron de inmediato. Los cuerpos sin vida quedaron uno al lado del otro.
En el sitio, la policía recolectó tres motos: una, marca Suzuki, negra, modelo 125-II, año 2012, placas AH7T68A; otra Bera, azul, año 2008, placa AA6F65A y una Empire, Horse II, azul, placa A751013. También hallaron varias conchas de casquillo de bala calibre nueve milímetros y proyectiles deformados.
Pudimos conocer que Gil Rojas era el segundo de 8 hermanos. Laboraba como obrero para una cooperativa. Deja una mujer viuda y tres hijos de 11, 10 y 3 años de edad, huérfanos.
Entretanto, los parientes de los hermanos González Nieto, que ayer estuvieron en la morgue del Cicpc en Ocumare, se negaron a hablar con la prensa.
Querían mandar
Las primeras investigaciones sobre este caso señalan que los hoy occisos eran integrantes de un grupo delictivo que “manda” en el sector Sutil de San Miguel de Cúa. Al parecer, los hombres intentaron hacer un “cambio de gobierno”, pero la acción fue desmontada por el “pran”, conocido como “El chuo”, y los sujetos que, junto a éste, “llevan el carro” (dirigen la banda), en la zona según una fuente policial.
Por segunda vez
El luto toca por segunda vez la puerta de la familia Gil Rojas. Y es que el pasado 23 de enero, a Deivis Alberto lo asesinaron de varios tiros en el terminal de Cúa. El muchacho, quien laboraba en la construcción del Metro de Caracas, esperaba que su teléfono celular se cargara en uno de los locales del recinto, cuando lo abalearon. En ese momento conversaba con una amiga, quien resultó ilesa. Los dolientes esperan que en los dos homicidios se haga justicia y sean sancionados los responsables.
MIP-TUY Agencia/Jean Carlos Rodríguez
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