Los comercios reabrieron sus puertas y el transporte público circulaba con normalidad el miércoles en la ciudad venezolana de San Cristóbal tras las protestas callejeras que dejaron un adolescente muerto.
Los cuerpos de seguridad levantaron durante la noche las barricadas instaladas en algunas calles tras los incidentes entre manifestantes y decenas de policías y guardias nacionales que usaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersarlos.
En tanto el padre de Kluiverth Roa de 14 años, quien murió tras recibir un disparo de bala de goma en la cabeza, advirtió que llevará el caso a instancias internacionales.
El policía Javier Mora, de 23 años, señalado como supuesto responsable del asesinato del estudiante, fue arrestado e imputado de los delitos de homicidio, uso indebido de arma y quebrantamiento de pactos y convenios internacionales, indicó el miércoles la fiscal general Luisa Ortega Díaz.
Erick Roa dijo a The Associated Press que pedirá a organismos internacionales que investiguen la muerte de su hijo porque «detrás de ese policía que mató a mi hijo hay manos ocultas». Roa pidió al presidente Nicolás Maduro que emprenda acciones para que «cese toda esa violencia que hay… ya se rebasó el vaso».
El concejal opositor del Consejo Municipal de Cárdenas, José Mora, dijo a AP que durante la madrugada del miércoles varias decenas de militares, algunos de ellos montados en tanquetas, se presentaron en la localidad de Táriba, vecina a San Cristóbal, para dispersar protestas y levantar barricadas.
Mora relató que los militares lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma hacia algunas edificaciones donde se habían refugiado los manifestantes.
San Cristóbal, ubicada a unos 600 kilómetros al suroeste de Caracas, fue epicentro hace un año de violentas protestas contra el gobierno de Maduro que se extendieron por varios meses.
Durante la primera mitad del 2014 se registraron en Caracas, San Cristóbal y otras ciudades manifestaciones contra la inflación, el desabastecimiento de productos básicos y la creciente delincuencia que dejaron 43 fallecidos, 878 lesionados y varios centenares de detenidos.
A un año de esas manifestaciones Venezuela se encuentra sumida en una profunda crisis económica por una desbordada inflación que cerró el año pasado en 68,5%, el desabastecimiento ha recrudecido y los analistas estiman que la recesión podría agudizarse por la caída del precio del petróleo, la principal fuente de ingresos del país.
En la última semana ha crecido la tensión en el país tras la detención del alcalde opositor de la región metropolitana de Caracas Antonio Ledezma por su presunta vinculación con un plan de golpe de Estado denunciado por el gobierno.