Los delincuentes, unos veinte sujetos aproximadamente, son dirigidos por un azote apodado “El Guayabo”, a quien se le señala de participar en diversos homicidios, robos y lesiones
Los vecinos de La Aguada no son capaces de denunciar en la policía por temor a sufrir represalias de parte de los antisociales
Una peligrosa banda delictiva, integrada por varios sujetos, mantiene en jaque a los habitantes del sector “La Aguada” arriba en San Antonio de Yare, municipio Simón Bolívar. Los habitantes están pidiendo la presencia del ejército venezolano para que le ponga coto a esta situación.
Los agraviados, quienes pidieron no divulgar sus identidades por temor a represalias, señalaron que este grupo delictivo es dirigido por varios pillos apodados “El Guayabo”, “El Peligro”, “El Baba” y “El Catarata”, entre otros antisociales, quienes se dedican a sembrar el terror en la zona. Se les sindican de homicidios, robos, lesiones, entre otros.
Cobran “vacunas”
En nuestra sala de redacción los afectados dijeron que estos delincuentes cobran “vacunas” a la empresa que edifica la obra de la Escuela Granja que se construye en el sector.
“Además estos antisociales, quienes fungen como sindicalistas, les exigen una cierta cantidad de dinero a los obreros para que éstos puedan ingresar a trabajar en la construcción”, dijeron los afectados, al tiempo que denunciaron que estos pilluelos son quienes se roban el material de la obra.
Los atemorizados habitantes, quienes están pidiendo la intervención del ejército venezolano, señalaron que la operatividad de esta banda delictiva, conformada por más de 20 sujetos, ha superado las acciones de seguridad que eventualmente han emprendido en la zona funcionarios de la Guardia Nacional, Policía de Miranda y Poli-Simón Bolívar.
“Vivimos aterrados porque todos estamos a merced de estos delincuentes que cuando quieren nos exigen dinero y nos roban nuestros carros u otro objetos de valor”, aseguraron.
Guapos y apoyados…
Al parecer estos hampones que siembran el terror en La Aguada de Yarem se estarían amparando en algunos de sus parientes -quienes son integrantes del Consejo Comunal de la zona- para cometer sus fechorías.
“Si uno de estos hombres es detenido, sus hermanas, que están en el Consejo Comunal, van a la policía y los sacan, alegando que son buenos muchachos cuando la realidad es todo lo contrario”, acotaron las familias denunciantes.
MIP-TUY / Jean Carlos Rodríguez
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