Un bodrio que parece una mezcla entre una telenovela de Delia Fiallo, Bienvenidos y La Hojilla. No da risa, no genera sentimientos, solo bostezos y pena ajena
Las hay populares, pero también las que resultan ser un estrepitoso fracaso, porque no enganchan al público, son historias poco creíbles, que lucen repetitivas y predecibles para los televidentes. Son aquellas telenovelas donde siempre participan los mismos actores, con parlamentos y puestas en escena que no varían en lo absoluto. Una especie de remake permanente.
El resultado es bajo rating, allí los guionistas se comienzan a desesperar, sacan y meten personajes en el elenco, vuelven loca a la protagonista, le queman la casa, le roban el niño o inventan un golpe, todo es posible para llamar la atención del público, en este camino cruzan el terreno de lo inverosímil. Pero no sirve desde el principio, ni trayendo estrellas de Hollywood se endereza, ojo, no hablo de Sean Pean. Es simple, sin audiencia el producto tendrá que recibir tijera, para probar con otro que verdaderamente funcione.
A los latinoamericanos y los venezolanos en general les encanta escuchar historias, pero que se parezcan a ellos. Historias como las escritas por Leonardo Padrón o Ibsen Martínez, recordado por su famosa “Por estas calles”. No cualquiera de un día para otro se convierte en un escritor de telenovelas. Hay que tener narrativa, saber meter a la gente en el relato, no mandar a la gente al quinto sueño con más de lo mismo.
Uno no sabe a veces si está viendo un programa humorístico o una telenovela, aquello no tiene ni pies ni cabeza. No daremos más vueltas, hablemos de casos puntuales, si usted agarra lo peor del género dramático y lo mete en una licuadora, le sale la telenovela del golpe, transmitida las 24 horas del día por los canales del PSUV. Un bodrio que parece una mezcla entre una telenovela de Delia Fiallo, Bienvenidos y La Hojilla. No da risa, no genera sentimientos, solo bostezos y pena ajena. Que me perdone la señora Delia Fiallo por meterla en este paquete.
Lo cierto es que el guión aburre, no es creíble, es repetitivo, tiene el peor de los escritores, con los mismos actores de siempre. Es un producto destinado al fracaso a pesar de contar con inmensos recursos. Lo peor es que nos dicen que mientras nadie ve la telenovela del golpe, todo el país ve las telenovelas de Televen ¿Será por eso que el canal de Horizonte se ganó una amenaza esta semana? Pues así es la competencia. Esperamos pronto todo esto tenga un capítulo final, donde como siempre, ganen los buenos.
Brian Fincheltub
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