“Malo periculosam libertatem quam quietud servitium”.
Valentín Espinal (Diario El Venezolano) 1840
Cesáreo José Espinal Vásquez—cjev@cantv.net
Valentín Espinal fue fundador del partido liberal y en el Diario El Venezolano (1840), dirigido por Antonio Leocadio Guzmán, impreso en los talleres de Valentín Espinal, aparecía esa frase en latín, ideada por Valentín Espinal, que significa “Es preferible una libertad peligrosa que una esclavitud tranquila”. En 1958 fue etiquetada por el Dr. Ramón J. Velásquez, al dirigir el Diario El Mundo. En el Diario “El Venezolano”, se publicaban artículos de opinión y editoriales referentes al ejercicio del poder de los conservadores de José Antonio Páez. Valentín Espinal fue expulsado por el Ministro del Interior Ángel Quintero por ser el Impresor y por tratar de evitar mediante conciliación la sangrienta guerra de los cinco años para una federación que ni los federalistas la pusieron en práctica, todo fue papel y odio, siendo el centralismo la política ejercida por todos los gobiernos en nuestro país. En su exilio escribió el “Diario de un desterrado”. Antonio Leocadio Guzmán fue sentenciado a muerte y posteriormente indultado. Así se perseguía a la oposición liberal y democrática en esa época.
Los programas de gobierno, acuerdos, manifiestos, artículos de opinión y editoriales emanados de partidos políticos y organizaciones públicas democráticas son derecho de expresión de proselitismo amparados por la Constitución y las leyes, que no pueden perseguirse imputándoseles de golpe de Estado, porque expresan puntos de vistas sobre postulados, para la transición del gobierno en democracia en vía electoral y no “golpista”, para imputándosele “hechos conspirativos”. El golpe de Estado no se anuncia por los medios de comunicación social y si se considerase como incitación para tumbar al gobierno, sus firmantes actúan en evidente “infantilismo político”, pero no de conspirador. El golpe de Estado frustrado de la llamada rebelión revolucionaria del 4 de febrero de 1992, se procedió “manu militar” en conspiración sin publicidad. Golpe de Estado no se hace a pañuelazos y serpentinas, sino con armas, por lo que hablar o escribir sobre transición del gobierno, no constituyen “hechos conspirativos” ni “asociación para delinquir”. El pensamiento para cometer hechos punibles, podrá ser pecado y en confesión es perdonado, pero en derecho justo y en sana hermenéutica jurídica no es delito porque en política y en un Estado democrático siempre se aspira “transición”.