“La ceguera biológica impide ver pero la ceguera ideológica impide pensar”. Octavio Paz
Maduro no asume responsabilidades. Acusa del visible fracaso a sus adversarios y especialmente al sector empresarial de un lado y del otro, a la oposición política. Piensa el Presidente que si repite mucho la mentira la gente terminará creyéndosela. Entonces si no hay producción, señala a los productores, expropiados, confiscados y a una tal guerra económica que se libra entre los modelos socialista y aquel de economía social de mercado. Maduro cree que con Mercal y Pdval suple subsidiado a los pobres y no reconoce el impresionante desvío que se logra con el bachaqueo. Lo cierto es que la escasez persiste como también el desabastecimiento, la carestía, el desempleo y piensa que se compensa con la dádiva pública, las misiones y la propaganda en periódicos, radio y televisión. El Presidente concluye que tiene a los pobres comprados y el resto del país que asuma su barranco.
Entretanto, las FAN dejaron de ser de la nación y se convirtieron en guardia pretoriana del régimen. Cada vez es más evidente que los altos funcionarios militares ocupan los ministerios y elevadas dignidades practicando un rol decisorio en la gestión de las finanzas públicas y en el aparato de compras del Estado venezolano. Así ocurre en Pdvsa, empresas del Estado en Guayana, Casa, Mercal, Pdval y en la casi totalidad del espectro público. El Gobierno es de militares desde que mandaba Chávez y ahora con Maduro mucho más. Las escuelas de oficiales son más bien unidades para la formación socialista y el destino, la carrera de los hombres de uniforme no depende de sus meritos sino de su sujeción, fidelidad y obediencia al castrocomunismo y al dueto Maduro-Diosdado. A cambio reciben todas las prebendas y canonjías posibles. El resultado también es evidente: Nadie defiende la soberanía y los venezolanos ya no respetan a las FAN sino que las temen y las padecen. Profundamente corrompidas solo ofrecen respaldo como represores de la disidencia.
La inteligencia y la sapiencia se marchan de Venezuela a diario. Los universitarios y profesionales liberales de valía han visto su calidad de vida disminuir, su futuro comprometido, sus oportunidades conculcadas. 10 mil médicos se han ido e ingenieros, técnicos, tratando de salvar sus expectativas existenciales, el país se descerebra y nos hundimos en el atraso y en el oscurantismo marxista y militaroide. A los buenos que no han comprado entonces los corrieron entre insultos, denuestos y malos tratos.
La clase media es universalmente y no de ahora, un indicador de salud económica y social. En el primer mundo se estudia su formación y se celebra su crecimiento. Es clase media aquella expresión societaria que con su esfuerzo creador de patrimonio logra la movilidad en la escala del bienestar ganándose mejores condiciones de vida. Para ello, estudia, se capacita, se entrena y sobretodo se esfuerza en generar de su actividad riqueza. Pues allí es donde más disparó el Gobierno, medró, expolió, abusó y en particular en el sector de empresarios, productores y comerciantes acabando con más de la mitad de las empresas que habían en Venezuela en 1998.
Tiene que haber un auténtico culpable del desastre que es hoy Venezuela. Yo creo no equivocarme si apunto al modelo económico socialista como factor desquiciante y desestablilizador en primer término, y especialmente en el área de las finanzas públicas. El segundo es la traición de muchos de los nuestros convertidos en lisonjeros, alabarderos y usufructuarios del asalto de esta mediocridad que nos gobierna. ¡Piénsenlo!
Nelson Chitty La Roche
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