La cifra de muertes en el Caribe causadas por el huracán Sandy creció el miércoles, y los cálculos sobre los daños y la destrucción aumentaron con el surgimiento de valoraciones más completas en toda la región.
Otras dos muertes se registraron en Haití, elevando a 54 el número de decesos en el país, dijo Marie Alta Jean-Baptiste, directora de la agencia de Protección Civil de Haití. Eso significa que el total de muertos en el Caribe ahora es de 71.
Las autoridades haitianas pudieron revisar la cifra de muertes debido a que el nivel de los ríos ha bajado, lo que permite que funcionarios viajen por toda la península sur anegada por la tormenta. El número previo de muertos era de 52. Jean-Baptiste dijo el miércoles que una de las nuevas muertes registradas sucedió durante un deslave y la otra cuando una persona se ahogó tratando de cruzar un río crecido por las lluvias. Tras la tormenta, 22 personas continúan desaparecidas.
El huracán Sandy inundó el sur del país con más de 50 centímetros (20 pulgadas) de lluvia en 24 horas. El presidente haitiano Michel Martelly declaró estado de emergencia por un mes.
En las Bahamas, se prevé que el costo total de daños a la propiedad privada y a la infraestructura pública alcance los 300 millones de dólares, de acuerdo con un reporte del Mecanismo de Seguro de Riesgo para Catástrofes en el Caribe (CCRIF, por sus siglas en inglés), un fondo común de 16 países caribeños.
Esa cantidad podría superar la registrada el año pasado tras el paso del huracán Irene, que causó cerca de 250 millones de dólares en daños a la cadena de islas al este de la Florida.
Los daños calculados no incluyen pérdidas por turismo, que se espera sean fuertes en el caso de Sandy. El ministro de turismo de las Bahamas, Obediah Wilchcombe, ha dicho que el país registró miles de cancelaciones, y que algunos centros vacacionales fueron obligados a compensar a quienes quedaron varados por la tormenta.
En Cuba, el gobierno aumentó el número de casas dañadas por Sandy de 130.000 a 200.000.
Etecsa, la compañía telefónica del estado, reportó que cerca de 1.400 postes de teléfonos fueron derribados por la tormenta, que azotó el este de Cuba. Los servicios de telefonía y de energía eléctrica fueron restaurados gradualmente con ayuda de trabajadores provenientes de otras regiones del país.