El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, señaló que “mientras el país se concentra en el debate político e internacional, la crisis económica avanza y deteriora la calidad de vida de la población“.
Así lo dio a conocer a través de su cuenta en la red social Twitter, @luisvicenteleon, cuando: “Los proveedores y las casas matrices no dan créditos ni despachan a Venezuela sin pagos por adelantado… y los dólares no se están entregando”.
Asimismo, sostuvo que las empresas envían lo que queda de sus inventarios “a un mercado voraz de precios regulados y demanda infinita que lo arrasa como la termita”.
“Con demanda infinita de bienes y sin divisas para importar insumos, ni repuestos, ni equipos, ni productos terminados, ¿qué crees que pasará? La oferta de que el Estado garantizará el abastecimiento pleno con sus empresas y sus importaciones públicas está lejos de la realidad“, agregó.
Manifestó que la implementación inicial del Sistema Marginal de Divisas (Simadi) “ha sido impresionantemente mala y los resultados están a la vista en el comportamiento del negro”.
“No se puede entender cómo el Gobierno decide abrirse, devaluar, aceptar un tipo de cambio alto (todo en dirección correcta) y luego la embarra. Es impactante que a 175 bolívares por dólar, el tipo de cambio siga siendo barato y tenga demanda infinita debido al arbitraje con el negro que se estimula”, apuntó.
El también economista aseveró que “hay, sin embargo, algunas buenas noticias en materia cambiaría. Los actores oficiales reconocen que no está funcionando e inician ajustes“.
“A partir del viernes, el BCV permitirá que se crucen operaciones privadas en Simadi a precios superiores a los que ellos intentan fijar. ¡Positivo! Se están eliminando las restricciones para la venta en Simadi a precio de mercado. Eso es parte importante de la solución… pero no suficiente”, enfatizó.
Sumó que es “obvio que la oferta privada de divisas en Simadi no es suficiente. Para equilibrar el mercado debe haber oferta pública o tasa mucho más alta. No hay absolutamente ninguna forma de que ese mercado funcione, si Simadi no es libre, abierto y transparente. Lo otro estimula el negro”.
“El Gobierno tiene una fijación con que Simadi es marginal e irrelevante. Solo cuando entienda que no es ninguno de los dos, actuará racionalmente”, arguyó al tiempo que aseguró que “discursos irán y vendrán. Culpables verdaderos y falsos abundarán. Pero sin racionalidad económica ni divisas el problema de fondo persistirá. Al tipo de cambio vigente en Simadi, el Gobierno tiene como estabilizar el sistema. Es más un problema de racionalidad que de disponibilidad”.