La radiodifusora mexicana MVS anunció el domingo el despido de la conocida periodista Carmen Aristegui a raíz del cese de dos de sus reporteros, levantando una ola de indignación entre sus colegas, intelectuales y artistas, que denuncian un ataque a la libertad de prensa.
MVS decidió «dar por terminada la relación con la señora Carmen Aristegui (…) en virtud de que la periodista fijó como condición para resolver el problema que enfrentamos la reinstalación de dos de nuestros colaboradores», indicó la empresa en un comunicado.
«No podemos permitir que alguno de nuestros colaboradores pretenda privilegios en menoscabo de sus compañeros y mucho menos que pretenda imponer a la administración condiciones y ultimatos», añade el parte.
La emisora MVS Radio anunció el jueves que cesaba a Daniel Lizárraga e Irving Huerta, miembros del equipo de investigaciones de Aristegui, por no informar sobre su participación, a nombre de la cadena, en «México Leaks», un buzón electrónico lanzado el martes para recibir denuncias o documentos que constaten actos de corrupción.
La empresa reprochó en comunicados y mensajes durante los cortes del programa de Aristegui que no fue informado de esta participación y denunció un «muy lamentable abuso de confianza».
Aristegui, una de las periodistas más escuchadas y críticas con los últimos gobiernos mexicanos y también conductora de la televisora CNN en Español, reaccionó el viernes condenando el despido de sus colaboradores, responsables de varias investigaciones relevantes.
Una de sus pesquisas reveló que la primera dama de México, Angélica Rivera, había adquirido meses antes de la victoria electoral del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) una mansión de cuatro millones de dólares a un importante contratista gubernamental.
Rivera explicó que realizó la compra con las ganancias de su carrera como actriz de telenovelas, pero la revelación desató un escándalo y se unió a reportes periodísticos sobre otras compras de casas a contratistas que hicieron el propio Peña Nieto y el ministro de Hacienda, Luis Videgaray.
Contactada por la AFP, no fue posible obtener un comentario inmediato de la Presidencia mexicana sobre el despido.
Segundo despido de MVS
La decisión de la radiodifusora atizó en cuestión de minutos una lluvia de críticas e indignación en las redes sociales por parte de sus colegas, así como de intelectuales y artistas que se solidarizaron con Aristegui.
«MVS da por terminada su relación con Carmen Aristegui. Yo doy por terminada mi relación con MVS», escribió en su cuenta Twitter Denise Dresser, una reconocida politóloga y columnista que con frecuencia opinaba en los micrófonos de la radiodifusora.
Por su parte, el historiador y editor Enrique Krauze, uno de los intelectuales más relevantes del país, escribió: «Aristegui es una voz imprescindible en nuestra vida pública. Su salida de MVS vulnera seriamente la libertad de expresión en México».
«Una tristeza que a partir de mañana @AristeguiOnline no tenga un espacio en este país urgido de pluralidad y de voces que nos cuestionen», recalcó el actor Diego Luna.
El controvertido despido de los dos reporteros ya había alcanzado eco en la prensa internacional, con notas en diarios como The Washington Post y The Wall Street Journal.
El sábado, el portal web de MVS fue objeto de un breve ataque cibernético. Los piratas publicaron durante poco más de media hora un mensaje apócrifo en el que la empresa se disculpaba por el despido de los reporteros.
Aristegui, que lleva seis años en la emisora, ya había sido despedida de MVS en 2011 por pedir en antena una respuesta oficial a señalamientos sin pruebas de algunos diputados sobre un supuesto problema de alcoholismo del entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012).
MVS alegó que la conductora, a la que después restituyó en su puesto, transgredió su código ético mientras Aristegui denunció que su despido estuvo motivado por presiones de la Presidencia, lo cual fue rechazado por esta institución.
En enero de 2009 Aristegui se incorporó a MVS, tras otro polémico despido meses antes del programa que conducía en WRadio, propiedad de la empresa mexicana Televisa y la española Prisa.
AFP