En el área metropolitana de Caracas la distribución del agua no solo es desigual, sino que se desperdicia 45% del recurso: 30% se pierde en las casas y el resto se bota en las calles. Las cifras fueron suministradas en el Foro Permanente de Ciudad Debatiendo sobre Agua Potable, organizado por la Alcaldía Metropolitana.
La investigación “Análisis de los servicios de agua potable y alcantarillado sanitario en la ciudad”, elaborada por Róger Martínez, especialista en estudio de Redes y Servicios, arrojó que si bien la dotación de agua en la ciudad es de 510 litros por persona y por día –el doble de otras ciudades latinoamericanas– su distribución no es equitativa.
Existen sectores donde la dotación es menor a 150 lpd, como El Junquito, Petare, Hoyo de la Puerta, Turgua, Filas de Mariches y la Autopista Guarenas-Guatire. A diferencia de zonas como el casco central de Caracas, Fuerte Tiuna, Sabana Grande, Chacao, Bello Monte o Las Mercedes donde la dotación de agua es mayor a los 1.000 lpd.
“Si se hacen las inversiones adecuadas hay zonas en las que puede duplicarse la dotación, para lo cual hay que lograr que se reduzca el consumo y las pérdidas, así como regularizar y optimizar el servicio. Un camión cisterna cobra 133 bolívares por cada metro cúbico de agua. Esa es una tasa muy alta e injusta”, dijo Martínez. Cada metro cúbico de agua que llega por las tuberías cuesta al usuario 2 bolívares.
Propone que si no es posible instalar medidores en cada vivienda, podrían instalarse macromedidores por zona que permitan a las hidrológicas gerenciar mejor el recurso, además de desarrollar campañas de concienciación ciudadana para evitar el desperdicio de agua.
“El cambio cultural es el reto más importante. La población debe aceptar pagar una tarifa más acorde con el costo de producción y ahorrar en consumo”, subrayó el urbanista. Producir un metro cúbico de agua cuesta un dólar.
José Najul, ingeniero especialista en estudio de Drenajes y Alcantarillado que colaboró con la investigación, señaló que el sistema de acueductos se encuentra medianamente bien, pero hay que desarrollar estrategias de mantenimiento preventivo y correctivo que garanticen su perdurabilidad; así como rehabilitar los colectores marginales de las quebradas que, en algunos casos, están incompletos por lo que las aguas servidas caen directamente en el río Guaire.
Información tomada de El Nacional