Los vehículos que a diario entran y salen de la comunidad mirandina “bailan” producto de los baches que hay en el pavimento, vecinos manifiestan que quienes han medio reparado la vialidad han sido los propios habitantes del sector
Los Teques. Perros, moscas, cucarachas, gallinas, ratas y ratones viven de lo más felices y hasta son amigos en el sector Los Pinos de la comunidad Ramo Verde. El exceso de basura en la localidad hace posible esa “hermandad”.
Aunque en el conglomerado rural hay varios contenedores, éstos se quedan pequeños ante la cantidad de desperdicios apostados en un lado de la vía principal. Xiomara Contreras declaró que los encargados de recoger la basura en Los Teques pueden tardarse hasta 10 días para llevarse las bolsas.
Informó que los vecinos que habitan cerca del botadero no aguantan la “podredumbre” y dijo que después de las nueve de la noche las ratas y cucarachas invaden las viviendas. “No hemos querido quemar la basura porque hay niños pequeños.
De igual manera, la vecina piensa que es necesario retirar los contenedores porque a su criterio los recipientes atraen a insectos y roedores; agrega que se deben instalar cuartos de aseo. “Algunas veces montamos las bolsas de desechos para llevarlas hacia los botaderos fuera de Los Pinos. La atención que hemos recibido de la Alcaldía de Guaicaipuro es nula. Sería bueno que el gobierno municipal se diera una vueltica por estos lados”.
Pasos obstruidos
Los vehículos que a diario entran y salen de Los Pinos “bailan” producto de los baches que hay en el pavimento. Los vecinos manifiestan que desde la creación del asentamiento urbano quienes han medio reparado la vialidad han sido los propios habitantes del sector.
Cuenta el señor Mauricio Escalona que mediante donaciones han vertido cemento en la superficie. Sin embargo, la durabilidad del componente para la construcción ha sido corta debido a la cantidad de roturas que hay en la vía. “Las lluvias y los carros están destruyendo el camino. Creo que hace falta asfaltar el paso”.
Igualmente en Los Pinos hay tramos que todavía son de tierra y necesitan ser asfaltados o beneficiados con el vertido de ripio. Por otra parte, en referencia a las caminerías del lugar, la mayoría siguen siendo de tierra, pues ni cemento tienen. Escalona agrega que hace falta que el gobierno municipal o regional se encarguen de “echarle una mano” a los accesos peatonales. “Si llueve a los vecinos se les imposibilita subir o bajar de sus casas debido a todo el barro que se forma. Después que finaliza el aguacero todo queda empantanado y obstruido”. Los pobladores consultados declararon a La Región que las caídas de vecinos son permanentes, sobre todo de los ancianos.
Derrumbes y cero transporte
Las precipitaciones de los últimos días han sembrado el temor en Los Pinos por los deslizamientos que se han presentado. En la entrada al sector y en la parte alta más de dos viviendas han resultado
perjudicadas.
Carlos Manrique señaló que los encargados del Gobierno de Miranda tienen que levantar un muro de contención en la comunidad a fin de evitar derrumbes en el lugar. “Hemos puestos bolsas largas en el cerro para que el agua no le caiga directamente al terreno. Es lo único que podemos hacer mientras vienen a ayudarnos”.
Por otro lado, en referencia al transporte público, no es eficiente en el sector porque según los mismos lugareños los autobuses no entran a Los Pinos. Para lograr montarse en una unidad los pobladores a juro tienen que caminar hasta la entrada de Ramo Verde.
Sector olvidado
Por los momentos el único deseo de los vecinos es que las autoridades del gobierno municipal los atienda porque se sienten olvidados. Quieren que sean escuchadas sus inquietudes en pro del bienestar para la comunidad.
Eduardo Lugo
@eduardooasis