El expresidente del Gobierno español Felipe González, que defenderá a líderes opositores presos en Venezuela, subrayó que en ese país no es delito opinar contra el presidente Nicolás Maduro, porque allí «se vota» y «la Constitución bolivariana no prevé un delito contra la revolución».
En declaraciones a la cadena SER, González se refirió a su decisión de defender a los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, y dijo que si Venezuela fuera una dictadura se estaría cometiendo un delito, pero no es así y se está «rebuscando un procedimiento para imputarlos».
En Venezuela «se vota» pero «votar no culmina la definición como democrático o no de un país», recordó González, al expresar su preocupación porque «no se cumplan las normas establecidas por las propias autoridades».
El dirigente socialista dijo que ha contactado con otros políticos latinoamericanos, como los expresidentes Ricardo Lagos (Chile), Julio María Sanguineti (Uruguay) o Fernando Henrique Cardoso (Brasil), para crear un frente de líderes internacionales que trabaje para conseguir la liberación de estos presos.
González calificó de «peculiar» que el propio presidente Maduro acuse a López y Ledezma de estar detrás de violentas revueltas y de intento de golpe de estado, y no lo haga un fiscal o un juez.
En este sentido, precisó que Maduro ha denunciado en los dos últimos años doce golpes de estado contra él, y ello «no se sostiene».
González señaló que su objetivo es conseguir que ambos opositores «estén en libertad», y adelantó que participará en las audiencias previas del juicio a Leopoldo López y asistirá jurídicamente a su abogado.
«La familia de López está preocupada por su seguridad», declaró González, quien denunció que el abogado del líder opositor no puede hablar con su cliente en la cárcel. «Están preocupados por su seguridad física».
Opinó que el problema de Venezuela es la grave crisis económica que sufre y la «inseguridad», y apuntó que el año pasado se produjeron 25.000 asesinatos violentos, a lo que se unen los secuestros en plena calle que son una práctica diaria en el país.EFE