Las autoridades galas han localizado ya una de las cajas negras del Airbus A320, lo que resultará clave para esclarecer las causas del siniestro. Llevará días recuperar los cadáveres debido a las dificultades del terreno, la nieve y las tormentas que se avecinan
Un avión de la compañía alemana Germanwings que efectuaba el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf se ha estrellado este martes cerca del municipio de Prads-Haute-Bléone, en el departamento francés de Alpes de Haute-Provence. En el aparato viajaban 144 pasajeros y seis tripulantes, dos de ellos pilotos y los cuatro restantes azafatos, según ha confirmado la aerolínea Lufthansa, de la que Germanwings es su filial de bajo coste.
Entre los fallecidos hay al menos 67 alemanes, según ha informado la empresa. También habría víctimas de otras nacionalidades, entre ellos turcos y al menos un belga que residía en Barcelona. El Gobierno español, por su parte, ha señalado que 42 muertos son de este país. Previamente, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría había señalado que en el aparato viajaban 45 personas con apellidos españoles. En el avión iban dos también bebés. Las autoridades galas han localizado ya una de las cajas negras del aparato, lo que resultará clave para esclarecer las causas del siniestro. Ahora será analizada por los expertos del organismo francés de Investigación de Accidentes (BEA). Los numerosos equipos de socorro que se trasladaron al lugar de los hechos detuvieron las labores de búsqueda en torno a las 19.00 horas, coincidiendo con la caída de la noche.
Entre los fallecidos figura un grupo de estudiantes y docentes alemanes que regresaba tras completar un intercambio escolar en la localidad barcelonesa de Llinars del Vallès, a 43 kilómetros de la ciudad condal. Dieciséis de ellos eran alumnos del tercer y cuarto curso de la ESO y los otros dos, profesores que fueron invitados por el Institut Giola de la localidad, según han confirmado fuentes del centro. En el colegio están consternados por lo ocurrido.
La aeronave, que había alcanzado una altitud de 38.000 pies, descendió durante ocho minutos antes de impactar contra el suelo, después de que se le perdiese el rastro cuando volaba a 6.000. Así lo ha confirmado el gerente de Germanwings, Thomas Winkelmann, quien ha añadido que el aparato fue revisado el lunes técnicos de Lufthansa y en 2013 se le realizó una revisión completa. Agencias
Controladores dieron
la alerta, no el avión
La dirección de Aviación Civil francesa ha señalado que el aparato de Germanwings no llegó a emitir una llamada de emergencia. «Fueron los controladores aéreos los que decidieron declarar que el vuelo estaba en emergencia ya que no había ningún contacto con la tripulación y el avión», ha precisado.
El impacto se ha producido en el Macizo de Trois Evéchés, una zona muy montañosa de los Alpes franceses situada a 150 kilómetros de Niza. Se trata de un paraje con nieve, inaccesible para los vehículos. A ella se han dirigido ya expertos enviados por el Ministerio de Transportes alemán, que ayudarán a las autoridades francesas. Este miércoles se desplazará a la zona la canciller germana, Angela Merkel. Lo mismo hará el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, quien viajará en un avión de las fuerzas armadas.