El impacto de la violencia por la delincuencia en Latinoamérica es de hasta el 6 % de su producto interno bruto (PIB), dijo hoy un funcionario de CAF responsable de un estudio sobre prevención del delito en América Latina.
Colombia ha logrado reducir de 70 a casi 35 la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes, Venezuela aumentó de 20 a 50 y Panamá, que antes tenía tasas más bajas, lo llevó de 10 a 20.
“Es cierto que en el norte de América del Sur y en Centroamérica los indicadores (de homicidios) son peores”, añadió.
El director de Análisis Económico del Banco de Desarrollo de América Latina-CAF, Pablo Sanguinetti, presentó hoy en Panamá el reporte “Por una América Latina más segura”.
Sanguinetti explicó que el informe, dedicado a la prevención y control del delito violento, establece que el 24 % de la población de América Latina tiene como principal preocupación a la delincuencia.
“Hay varias formas de medir el costo del delito, hay indicadores que hablan de entre el 4 % a 6 % del PIB, lo que uno incorpora son los gastos de los Gobiernos en reprimir, las compensaciones a las víctimas”, dijo el representante del CAF.
Pero “hay costos más indirectos, como por ejemplo en algunos lugares en México cuando el crimen hace que la gente no pueda acudir a trabajar o acceder a la educación, eso es lo más difícil de medir”, explicó.
“Así como afecta el bienestar de muchas personas, tiene también su costo económico porque hay que destinar recursos para la Policía como para la prevención”, acotó.
Sanguinetti detalló que “en los últimos 15 años en América Latina la tasa de homicidios ha aumentado, comparado con otras regiones del mundo”, y que el informe, de 260 páginas, aborda los diferentes factores que inciden en la existencia de la delincuencia.
“En promedio la tasa de homicidio en la región está entre 25 a 27 por cada 100.000 habitantes, eso es una tasa muy, muy, elevada. En el reporte mencionamos, con una perspectiva histórica, cuando algunos países desarrollados” como Italia y Reino Unido “tenían tasas de homicidios de ese nivel (…). Uno tiene que irse a 400 años atrás”, para encontrar ese nivel de incidencia, reflexionó.
“Chile tiene una tasa de 3,5 (homicidios) por cada 100.000 (Habitantes), Argentina está en 7, Uruguay en 6″ y aunque “en América del Sur el fenómeno es menos agudo, la gente está preocupada”.
Precisó que en “Honduras y Guatemala la tasa varía de 80 a 90 por cada 100.000, recientemente medidos, son niveles muy altos, El Salvador también, donde son 65 por 100.000″, y reconoció que allí se dan “circunstancias” que involucran “ciertos mercados ilegales como la droga”.
El director del informe enfatizó en que los países tienen que “ponerse serios con el problema” de la inseguridad “porque la sociedad los trae de la mano”.
Sobre la situación en México, acotó que la tasa de homicidios que era de hasta 12 por cada 100.000 habitantes en 2006 ha subido a hasta 26.
“No hay soluciones mágicas, no hay una bala de plata con que se acabe esa situación, es un trabajo en varias áreas que requiere de ministerios, individuos, de la educación temprana, de actividades socioemocionales de control, la infraestructura urbana, el capital social de los barrios y lo tradicional como las actividades policiales”, advirtió.
En CAF, aclaró, “no damos recomendaciones particulares por países, la idea es que cada país tome los elementos y tome sus propias decisiones”.
Admitió que en el estudio de banco “no se hace énfasis en la corrupción, porque es un delito de guante blanco que no genera mucha violencia, es un tema importante también pero no es parte del informe”.
Lo que sí incluye son datos sobre la violencia contra la mujer y de genero, que genera conductas en los niños.
A la presentación del informe asistió el ministro panameño de Seguridad, Rodolfo Aguilera, funcionarios y expertos civiles y policiales del país y el alcalde de la capital, José Blandón. EFE