Las casas de cambio de Venezuela efectuaron 17.000 operaciones de compraventa por 2,6 millones de dólares durante el primer mes de la flexibilización del control estatal de cambio, dijo hoy el presidente del gremio, César Atencio.
“Es muy poquito, pero venimos de cero; es algo que en enero no existía, que no existía en el país desde 2003″, declaróel presidente de la Asociación Venezolana de Casas de Cambio.
El Gobierno decretó el nacimiento del Sistema Marginal de Divisas (Simadi) el 12 de febrero, que se puso en marcha de manera efectiva una semana después, el día 19.
La modalidad significa en la práctica la inclusión del Estado en la oferta y demanda comercializada hasta entonces en exclusiva en el llamado “mercado negro” de divisas, el cual no ha desaparecido como tampoco lo ha hecho el control estatal de divisas en vigor desde febrero de 2003.
Los venezolanos pudieron el pasado 19 de febrero, por primera vez en más de una década, comprar y vender divisas en efectivo libremente en las casas de cambio, con un tope máximo diario de 300 dólares.
En el primer día de funcionamiento de la nueva modalidad, el cambio fue de 172,05 bolívares por dólar, más de veinte bolívares por debajo de los 193,39 bolívares por dólar registrados este jueves, según el Banco Central de Venezuela (emisor).
Los 2,6 millones de dólares “movidos a través del Simadi” incluyen alrededor de un millón de dólares “fruto de las remesas familiares” enviadas al país por venezolanos que ahora residen en el exterior, y “medio millón de dólares cambiados en los aeropuertos por los turistas”, añadió el presidente de la Asociación Venezolana de Casas de Cambio.
“Es poco, pero ya es algo positivo”, insistió Atencio y recordó que el límite diario de comercialización a través del Simadi es de 300 dólares, pero además cada persona no puede adquirir más de 2.000 dólares mensuales o más de 10.000 anuales.
El presidente Maduro repitió esta semana que el Simadi, “como su nombre lo indica, no es sino marginal”, ya que entre el 70 % y 80 % de las necesidades de divisas del país se atienden a través del llamado Cencoex y el resto a través del Sicad, cada una con tasas diferentes.
La primera tasa (Cencoex) cotiza la moneda estadounidense a 6,3 bolívares y es destinada a la importación de alimentos básicos y medicinas, en tanto que la segunda (Sicad) atiende las necesidades secundarias de la economía y funciona bajo un sistema de subastas que mantiene la cotización en alrededor de 12 bolívares por dólar.
Las remesas familiares enviadas desde el exterior se pagan ahora a los beneficiarios en Venezuela a la tasa del Simadi y ya no a la de Cencoex, lo que explica el millón de dólares reportado, añadió Atencio.
Los tres sistemas estatales registran demoras en la asignación de divisas, lo que ha sido criticado por Fedecámaras, que ha cuestionado lo que llama “sequía de divisas” y “falta de eficiencia”.
“No tenemos todavía un sistema realmente confiable, transparente y fluido para la adquisición de divisas que se requieren para la programación de las compras de bienes intermedios y materia prima de la producción de Venezuela”, dijo en el transcurso de la semana el primer vicepresidente de Fedecamaras, Francisco Martínez.
Fuente: EFE