Los venezolanos con disfuncionalidad auditiva son atendidos a través de un programa diseñado para dar respuesta al problema desde la etapa de neonato o recién nacido. Tal programa extiende su brazo hasta aquellos casos en los que se diagnostica la discapacidad, es decir, cuando la persona afectada requiere una prótesis para poder oír.
Se denomina Subprograma para las personas con discapacidad de la comunicación y depende del Ministerio para la Salud. Comprende una estrategia diseñada en diversas etapas. La primera, de carácter preventivo, se basa en la detección, confirmación y diagnóstico temprano.
“Para esto, el Programa Nacional de Atención en Salud a las Personas con Discapacidad (Pasdis) ha dispuesto en los últimos tres años 100 equipos de Registro de emisiones autoacústicas, que sirven para determinar si el sistema auditivo de los neonatos está en buenas condiciones”, explica el doctor Ramón Hernández, coordinador nacional del Subprograma y subdirector del Instituto Nacional de Rehabilitación Médica J.J. Arvelo, con sede en Caracas.
Los casos en los que se detectan anomalías, van a confirmación, mediante el uso de los equipos de Registro de potenciales evocados auditivos automáticos, con lo que se obtiene un perfil más específico del problema y se sabe si éste puede ser atendido por el médico pediatra o requiere un especialista.
La tercera etapa se enfoca en el diagnóstico. Con más de 120 equipos de Potenciales evocados auditivos, los especialistas identifican el perfil del tratamiento indicado, según sea el problema. Aquí es donde el paciente comienza a recibir atención de habilitación y rehabilitación temprana, ubicando al niño en los servicios de estimulación de audición y lenguaje, habilitados en 90 centros de salud de todo el país.
“Paralelamente, el Subprograma comprende el suministro del dispositivo auditivo. Tenemos 11 laboratorios en diversas entidades, para la toma de impresión del canal auditivo del paciente y la fabricación del molde. Esperamos aumentar a 15 el número de estos laboratorios para final de año”, acota el doctor Hernández.
Matices y síntomas
Los casos de disfuncionalidad auditiva pueden ser congénitos o bien surgir a cualquier edad.
Se estima que en Venezuela hay unas 800 mil personas con deficiencias auditivas, de distintos matices. Cuando son deficiencias leves, los afectados pueden incluso desconocer el problema; si son moderadas, parecen más sintomáticas, aunque las personas suelen negarse a sí mismas que algo inusual les ocurre.
Las deficiencias que avanzan hasta el grado de discapacidad ameritan que el paciente use prótesis. El responsable del Subprograma para la discapacidad de la comunicación dice que entre 60 mil y 80 mil personas se encuentran en este estadio.
“El síntoma precoz es la hipoacusia, la sensación de que oyes menos, que no entiendes bien lo que otros hablan. Los piticos en los oídos, y eventualmente el dolor, se manifiestan en etapas más avanzadas del problema”, orientó el galeno.
En los bebés, debería llamar la atención el hecho de que no se despierten con ruido fuerte, después de los seis meses, o que no hayan intentado las primeras palabras luego de los nueve. Si esto sucede, es recomendable acudir a los servicios de Foniatría. El sistema nacional público de salud cuenta con 90.
Oír con la mejor tecnología del mundo
Cada mes, el Instituto Nacional de Rehabilitación Médica J.J. Arvelo está entregando alrededor de 150 prótesis a personas de todas las edades, pero sumando las impresiones que se toman en otros centros del país, el número oscila entre 500 y 600.
El molde se fabrica en Venezuela con un sistema de escaneo e impresión tridimensional, pero el componente electrónico se importa de Dinamarca. Se trata de la más novedosa tecnología en su tipo en todo el mundo.
Elín Torres, habitante de Barquisimeto (estado Lara), acudió esta semana al instituto capitalino tras obtener una cita para tomarle la impresión del canal auditivo a su hijo de cuatro años, que nació con hipoacusia profunda bilateral. Asegura que pidió presupuesto en un conocido establecimiento comercial de prótesis y tendría que haber pagado 8.700 bolívares por cada una (Bs. 17.400).
“Mi niño nació de 29 semanas. Los médicos que lo atendieron en el hospital de Barquisimeto no notaron el problema, mi mamá fue la que se dio cuenta. Lo llevé a una clínica y le mandaron a hacer los exámenes audiológicos y bueno, cuando me dijeron que necesitaba prótesis, fui a la Fundación del Niño y a Corpolara para pedir ayuda, pero no tuve respuesta. Decidí venir a Caracas, al Ministerio para la Salud y allí me hicieron un informe donde remitieron el caso para acá (J.J. Arvelo). Vine hace un mes y me dieron la cita para hoy”, relató la madre.
Para obtener cita por Foniatría en el J.J. Arvelo, los interesados deben dirigirse a Historias Médicas. Según apuntó el vocero, las citas se otorgan para luego de tres semanas, en promedio. Cada día se atienden entre 10 y 15 personas, en la mañana y tarde.
Si se requiere prótesis, el tiempo de espera es más amplio, entre 10 y 12 meses, porque se trata de un proceso de confección muy específico, sin embargo, para las personas con discapacidad múltiple, la espera no excede los 15 días. Los bebés, niños y adolescentes son los siguientes en la escala de prioridades. Luego están los adultos mayores, que son la mayoría y, por último, los adultos en edad laboral.
AVN