“El Santo Padre nos está hablando constantemente, no sólo a los sacerdotes sino a todos los cristianos del mundo, que tenemos que ser portadores de una gran alegría”, dijo Monseñor García Naranjo a sus sacerdotes y fieles.
Monseñor Gustavo García Naranjo hizo un llamado a los miembros del clero de la Diócesis de Guarenas para continuar orientando “su vocación al servicio de los más necesitados”; permanecer “fieles al llamado de apacentar y cuidar las ovejas”, según lo hizo el mismo Jesucristo con el apóstol San Pedro; y “llevar una vida sacerdotal plena de alegría”, tal como lo propone el papa Francisco.
El llamado del Obispo de Guarenas se produjo durante la misa Crismal que se celebró en el marco de la Semana Santa, en la catedral Nuestra Señora de Copacabana de esta ciudad, oportunidad en la que fueron bendecidos los óleos y el aceite de consagrar, además de renovar las promesas de al menos cuarenta ministros sacerdotales.
Primeramente explicó que la misa crismal es la celebración por excelencia del sacerdocio de Cristo, siendo “un día en que nosotros celebramos y descubrimos muestra vocación sacerdotal”. Acto seguido, describió la responsabilidad sacerdotal.
“¡Qué bonito es ver un sacerdote sencillo! Que no ostenta, que no busca el dinero, que no busca siempre el poder o el tener, sino que vive en la sencillez y en la pobreza. ¡Qué bonito es encontrarse con un sacerdote fiel a su ministerio sacerdotal! No un sacerdote que corre tras los placeres de este mundo, y denigrándose él a sí mismo, denigra el ministerio sacerdotal. Esto no lo queremos”, resaltó el Prelado.
En ese orden precisó que la Iglesia católica y el pueblo de Dios en general, desean contar con sacerdotes capaces “de ser fieles a esa promesa” que le hicieron a Dios.
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