Los médicos alemanes del transporte aéreo reclamaron este martes que se refuercen los exámenes para los pilotos, tras la tragedia provocada por un copiloto alemán que estrelló voluntariamente un avión A320 en los Alpes franceses, dejando 150 muertos.
“Pedimos que los pilotos se sometan a exámenes más frecuentes y más rigurosos”, declaró este martes el presidente de la asociación alemana de médicos del transporte aéreo, Hans-Werner Teichmüller, al diario conservador Die Welt.
“También debe poder descubrirse el consumo de medicamentos psicotrópicos y de drogas”, añadió, después de que la investigación demostrara que el copiloto, Andreas Lubitz, había vivido profundos episodios depresivos con tendencias suicidas y había consultado a psiquiatras.
Según la prensa alemana, se encontraron medicamentos contra trastornos maníaco-depresivos en el domicilio del joven de 27 años, que estrelló, el pasado 24 de marzo, un A320 de la compañía Germanwings en una zona de los Alpes franceses.
Las recomendaciones de Teichmüller van mucho más allá de las prácticas actuales. En el examen que pasan cada año los pilotos sólo se analiza su tasa de hemoglobina y, en algunos casos, el nivel de azúcar en sangre.
Esas pruebas no permiten desvelar la presencia de medicamentos psicotrópicos o de drogas, según Die Welt, que subraya que tampoco se lleva a cabo ningún seguimiento psicológico de los pilotos.
La asociación de médicos estudia otras recomendaciones como, por ejemplo, exámenes del hígado, de los riñones o de la cantidad de colesterol, explicó Teichmüller al diario alemán.
A finales de marzo, poco después de la tragedia aérea, el vicepresidente de la asociación, Uwe Beiderwellen, consideró “exagerada” la posibilidad de imponer pruebas psicológicas para los pilotos durante los exámenes de rutina, en una entrevista para la televisión SWR.
El domingo, la autoridad alemana de supervisión del transporte aéreo (LBA), que concede las licencias de vuelo a los pilotos, aseguró que Lufthansa, la matriz de Germanwings, no le había informado de la depresión del copiloto.
La semana pasada, la compañía aérea alemana reconoció que, en 2009, Lubitz había informado a su escuela de pilotaje de un “episodio de depresión severa”, antes de recibir su certificado de aptitud para el vuelo.
Fuente: AFP