Los Gobiernos de Cuba y Venezuela deberán afrontar en la Cumbre de las Américas la voz de sus opositores, algunos de los cuales dejaron claro hoy que no van a desaprovechar la oportunidad que representa para hacer oír sus demandas.
La capital panameña acoge ya a figuras de la oposición interna y externa de ambos países caribeños, llegadas a la sede de la cumbre con antelación para aprovechar al máximo la resonancia internacional de la reunión continental, la primera en la que participará Cuba.
Desde Miami, donde se concentra la mayor parte del exilio cubano y además hay organizaciones de venezolanos que se dicen «perseguidos políticos», también se lanzaron hoy mensajes en contra de los Gobiernos de Raúl Castro y Nicolás Maduro con motivo de la Cumbre.
El disidente cubano Jorge Luis García Pérez «Antúnez», minutos antes de emprender viaje hacia Panamá al frente de una delegación de exiliados, dijo hoy a Efe que van a «exponer que la represión en Cuba no ha cambiado, que a raíz de los acuerdos entre Barack Obama y La Habana lo que ha hecho es recrudecerse más el clima represivo».
«El régimen (castrista) está apostando por un continuismo y quizás piense o albergue la esperanza de que Panamá sea un escenario propicio donde pueda legitimarse moralmente en el área internacional», señaló «Antúnez».
La Cumbre de Panamá va a suponer el primer encuentro entre el presidente estadounidense y el cubano después de que en diciembre pasado anunciaran un acuerdo para normalizar las relaciones entre sus países.
Hoy dos asesores de la Casa Blanca confirmaron que habrá algún tipo de «interacción» entre Obama y Castro al margen de la Cumbre, pero por el momento no está previsto un encuentro bilateral formal.
La foto entre Obama y Castro es la más esperada, pero otra disidente cubana que viajó hoy a Panamá, Sylvia Iriondo, dijo a Efe en Miami que «esta cumbre no es el abrazo de un dictador con un demócrata», sino la oportunidad para dar voz a «un pueblo que permanece sin libertad y sin derechos».
Por su parte, Rosa María Payá, hija del fallecido disidente Oswaldo Payá, quien a su llegada a la capital panameña el pasado fin de semana estuvo detenida unas horas en el aeropuerto, indicó hoy que su propósito durante la Cumbre es promover la idea de realizar un plebiscito en Cuba.
«Venimos a invitar no solamente a los cubanos, sino a todos los latinoamericanos y a los jefes de Estado, a que se solidaricen con el derecho de decidir de los cubanos», dijo.
La disidente coincidirá en los foros previos a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, que tendrá lugar el 10 y 11 de abril, con las venezolanas Lilian Tintori y Mitzy Capriles, cuyos cónyuges, los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma respectivamente, están presos, el primero desde febrero de 2014 y el segundo desde febrero de este año.
«Vamos a la cumbre a sumar voluntades, Venezuela está al borde de una crisis humanitaria, así lo hemos dicho a nivel internacional, Venezuela está en una crisis política, en una crisis social, en una crisis económica y nosotros debemos prevenir lo prevenible», afirmó hoy Tintori en Caracas poco antes de volar a Panamá.
La esposa de López aseguró tener un «sentimiento muy positivo» sobre el futuro de los «presos políticos», ya que la Cumbre de Panamá dijo, «puede ser la llave de las puertas de las celdas de todos» ellos.
En un comunicado fechado hoy en Panamá, 28 organizaciones internacionales, entre las que se encuentran Human Rights Watch y Amnistía Internacional, demandaron al Gobierno venezolano que deje de «intimidar y hostigar» a los defensores de derechos humanos «inmediatamente».
Además, diecinueve exmandatarios iberoamericanos han suscrito una declaración que será presentada el día 9 en la capital panameña para denunciar lo que califican como una «alteración democrática» en Venezuela y pedir la puesta en libertad de los «presos políticos».
También están ya en Panamá los disidentes cubanos Elizardo Sánchez, Berta Soler, Guillermo Fariñas y Manuel Cuesta Morua, entre otros.
Antes de viajar, parte de la disidencia interna cubana emitió el pasado viernes un «mensaje unido», con dos propuestas concretas, una nueva ley electoral y una ley de asociación y partidos políticos, para presentar a la Cumbre.
Miembros de la delegación oficial cubana en la VII Cumbre de las Américas denunciaron hoy en Panamá la presencia de «terroristas» y «mercenarios pagados por los enemigos históricos» de Cuba en los foros previos a la reunión de mandatarios.
Los representantes de Cuba en esos foros, que dijeron ser la «verdadera y auténtica sociedad civil cubana», se declararon «humillados» y «ofendidos» porque la organización de la Cumbre también invitó a opositores al Gobierno de Raúl Castro.
También en Panamá, el Comité de Víctimas de las Guarimbas (barricadas) y Golpe Continuado de Venezuela, una organización creada a raíz de los disturbios ocurridos en el país en 2014, manifestó hoy su rechazo a las peticiones para que el Gobierno de Maduro libere a los opositores presos.
«El comité de víctimas se siente muy preocupado porque existen actores internacionales, expresidentes, ONGs, organismos de derechos humanos que hoy abogan y piden la liberación de todos estos líderes antidemocráticos», dijo la portavoz del grupo, Desiré Cabrera.
El presidente Maduro se propone entregar a su colega estadounidense, Barack Obama, en Panamá diez millones de firmas en contra del decreto por el cual declaró una «emergencia nacional», tras considerar a Venezuela una «inusual y extraordinaria amenaza» para la seguridad estadounidense.
El Foro de Venezolanos en el Mundo ha iniciado al mismo tiempo una recogida de firmas por internet para mandar una carta de agradecimiento a Obama por las sanciones impuestas a funcionarios venezolanos a los que EE.UU. acusa de violaciones de los derechos humanos. EFE