Este país vive un conflicto interno que desde hace dos semanas subió de escala debido a bombardeos de Arabia Saudita y nueve países aliados que buscan la retirada del grupo de rebeldes que ha tomado el control del país.
Los rebeldes hutíes, musulmanes chiitas que durante mucho tiempo se han sentido marginados en el país de mayoría sunita, han ganado territorios en Yemen desde enero, incluyendo la capital Saná, y su avance obligó ese mismo mes a dimitir al presidente sunita Abu Rabu Mansour Hadi y a su gabinete.
¿Quién es quién?
Hutíes
Los rebeldes hutíes, grupo chiita que ha ganado territorios en Yemen este año y cuya base de poder se encuentra en el norte de Yemen, emprendieron protestas contra el gobierno central en Saná a mediados de 2014.
Pero la crisis se intensificó en enero, cuando los hutíes tomaron varios edificios gubernamentales tras fallidos intentos de llegar a acuerdos políticos con el gobierno sunita; dieron muestras de poder al irrumpir en el palacio presidencial y arraigar al presidente Abu Rabu Mansour Hadi, lo que orilló al mandatario y a su gabinete a renunciar.
Los hutíes también cuentan con el respaldo de las fuerzas leales al predecesor de Hadi, el expresidente chiita Ali Abdullah Saleh, quien renunció en 2012 luego de varios meses de protestas inspiradas en la llamada Primavera Árabe.
Los rebeldes son aliados de Irán, el rival de Arabia Saudita en el Golfo Pérsico, lo que no ha gustado a esta última nación.
El presidente depuesto
Abdu Rabu Mansour Hadi y su gabinete presentaron su renuncia en enero tras varios días de violencia y confrontaciones con el grupo chiita de los hutíes.
Hadi posteriormente huyó a la ciudad portuaria de Adén donde declaró que continúa siendo el presidente de la nación aunque fue obligado a dimitir. A lo que las fuerzas rebeldes respondieron capturando áreas de la ciudad que servían de su refugio.
El paradero de Hadi permanece desconocido hasta el momento. Fuentes de seguridad de Yemen dijeron a CNN en enero que el mandatario salió de Adén con un equipo diplomático de Arabia Saudita ante la avanzada de los rebeldes, mientras otros funcionarios han señalado que sigue ahí.
Arabia Saudita
Arabia Saudita encabeza una campaña militar desde hace dos semanas contra los rebeldes chiitas en Yemen. El país cuenta con nueve aliados, de acuerdo con una fuente saudí y ha asegurado que desea restaurar el gobierno sunita de Hadi.
La razón, según analistas, es Irán. Los saudíes «creen que los hutíes no son más que una fuerza intermediaria de Irán», aseguró a CNN Rick Francona, oficial retirado de los servicios de inteligencia de la Fuerza Aérea estadounidense.
«Lo que no quieren es un Estado dirigido por Irán en su frontera sur porque creen que ya tienen suficientes problemas en su frontera norte», dijo Francona.
Irán es un país de mayoría chiita, como lo son los rebeldes hutíes.
«Los ataques aéreos serán el principio de la campaña», dijo Francona. «Querrán eliminar las defensas aéreas y crear un corredor por el que puedan meter sus tropas», consideró.
La acción de Arabia Saudita en Yemen ha involucrado 100 jets saudíes, 30 de los Emiratos Árabes Unidos, 15 de Kuwait y Bahréin, 10 de Qatar, además de algunos de Jordania, Marruecos y Sudán. Así como ayuda naval de Pakistán y Egipto, de acuerdo con una fuente saudí que habló con CNN en marzo.
Un conflicto religioso: chiitas vs sunitas
El origen del conflicto interno en Yemen y en el Medio Oriente se remonta a diferencias religiosas y también de etnias, cada una defendiendo sus intereses, ya sea políticos o económicos.
En el año 632, el profeta Mahoma, máximo líder de la religión musulmana, proclamó a su yerno Alí como su sucesor espiritual y político, con lo cual comenzó una disputa entre dos vertientes que desde ese momento están divididas: los chiitas y los sunitas.
Los primeros creían que el sucesor debía ser descendiente directo de Mahoma, mientras que para los segundos interesaba una persona justa que no necesariamente debía tener el linaje de su líder.
Irán es el país con la comunidad chiita más grande. Al contrario de Irán, Arabia Saudita tiene una población mayoritariamente sunita.
Cientos de muertos y desplazados
Durante las dos semanas que han durado los bombardeos liderados por Arabia Saudita, en Yemen han muerto al menos 643 personas y 2,226 han resultado heridas, de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Tan solo en Adén, el conflicto ha causado la muerte de 58 personas y ha herido a 200 esta semana, de acuerdo con funcionarios de seguridad de Yemen. Al menos 24 de los muertos eran rebeldes hutíes, señalaron.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC, por sus siglas en inglés), que está tratando de enviar suplementos, aseguró que “hospitales y clínicas que tratan a los heridos se están quedando sin medicinas y equipos”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 334,093 personas han sido desplazadas en el país en las últimas dos semanas, mientras Oxfam dice que más de 10 millones de yemeníes no tienen suficiente comida y 13 millones de personas no tienen acceso a agua potable.
¿Qué papel juega Estados Unidos?
Estados Unidos ha mostrado su apoyo a Arabia Saudita desde que los bombardeos iniciaron hace dos semanas.
“Hemos expedido varios envíos de armas, hemos incrementado la inteligencia compartida y hemos establecido una célula de planeación conjunta en el centro de operaciones de Arabia Saudita”, aseguró el subsecretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken este sábado.
Además, Estados Unidos ha prometido reabastecer las armas saudíes usadas en las pasadas dos semanas, dijo.
Al Qaeda, contra ambos bandos
Yemen es la base de Al Qaeda en la península Arábiga, grupo al que las autoridades estadounidenses consideran la rama más peligrosa de la red terrorista. Opera desde el centro del país y considera que tanto los hutíes chiitas como el gobierno yemení de Hadi, proestadounidense, son sus enemigos.
Al Qaeda en la Península Arábiga ofreció este martes una recompensa: 20 kilogramos de oro para quien mate o capture a lo que llama “las dos cabezas de la maldad”, el líder de los hutíes Abdelmalik Bedrudin Al-Houthi y al presidente depuesto de Yemen, Ali Abdullah Saleh.
El grupo terrorista ofreció la recompensa a través de un mensaje colocado en internet y enviado a organizaciones de noticias de la región.