Lewis Hamilton (Mercedes) dominó con autoridad el Gran Premio de China de Fórmula 1 por delante de su compañero de equipo Nico Rosberg y de Sebastian Vettel (Ferrari), este domingo en Shanghai y suma su segunda victoria de la temporada.
«Xiexie» (‘Gracias’), agradeció en chino Hamilton en el podio de su circuito favorito, después de sentirse feliz por tener «un fin de semana sin problemas» e intercambiar un apretón de manos con su compañero de equipo.
«Me las arreglé para hacer lo que quería con mi coche. Pude controlar la distancia entre Nico (Rosberg) y yo, y gestionar los neumáticos en función de mis necesidades», añadió el vigente campeón, que salía desde la ‘pole’ después de dominar todas las sesiones de entrenos y clasificación.
Gracias a una gran salida en la que cerró todos los huecos y evitó una buena trazada para Rosberg, Hamilton no dio ninguna opción a su compañero. También utilizó una estrategia parecida a la de Vettel encadenando dos tandas con neumáticos blandos al inicio de la carrera, pero alargando su uso algo más que el cuádruple campeón alemán.
La carrera terminó de manera extraña, al ralentí, debido a la salida a pista del coche de seguridad en los instantes finales tras la rotura de motor del Toro Rosso del joven holandés Max Verstappen.
Hamilton, el hombre de Shanghai
En el momento de la llegada a la recta final, los aficionados, que poblaban la tribuna llena de banderas británicas, dieron una gran ovación a Hamilton.
El inglés confirmó que se siente bien en Shanghai: había ganado tres veces (2008, 2011, 2014), antes de añadir esta cuarta victoria en el trazado chino, la 35ª de su carrera en la Fórmula 1.
En Ferrari, se muestran contentos después del tercer podio de Vettel en tres carreras disputadas esta temporada. El finlandés Kimi Raikkonen, autor de una gran salida, quedó cuarto confirmando el buen día de la escudería italiana en Shanghai.
En una pista seca y bajo un cielo relativamente azul, cómo si la contaminación diera por una vez un minuto de respiro a la ciudad china, el finlandés se encargó de adelantar en la primera vuelta a los dos Williams (Massa y Bottas). Adelantamientos que provocaron el gesto de rabia y alegría de su jefe, Maurizio Arrivabene, en el muro de boxes.
«Kimi», muy popular en China, estaba en camino de alcanzar a Vettel en el final de la carrera, pero la avería de Verstappen y la consiguiente actuación del coche de seguridad pusieron fin a sus esperanzas de entrar en el podio.
Después de la sorprendente victoria de Vettel en Malasia, todo volvió a la normalidad en China: dominio absoluto de los coches de Mercedes seguidos por Ferrari y victoria del británico Lewis Hamilton.
En cuanto a los pilotos latinos, el mexicano Sergio Pérez (Force India) firmó una buena actuación, aunque no pudo entrar en los puntos al acabar la carrera undécimo; mientras que el venezolano Pastor Maldonado (Lotus) no terminó la carrera, y ya van tres de tres, debido a un choque con el McLaren del británico Jenson Button, que fue sancionado con la pérdida de cinco segundos y dos puntos del carnet de piloto.
Una escudería, McLaren-Honda, que sigue dando muestras de su progreso al terminar la carrera asiática los dos monoplazas: el español Fernando Alonso, duodécimo, y Button, decimotercero en carrera, pero decimocuarto tras la sanción. La próxima cita en Bahréin el próximo domingo será una etapa clave en el desarrollo del equipo inglés. afp