La presidenta Michelle Bachelet firmó este lunes la ley que permitirá la unión civil entre homosexuales, que los activistas gay consideran como el primer paso para el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La norma entrará en vigor dentro de seis meses, precisó la mandataria en un acto realizado en la sede de gobierno.
«Chile tiene por fin un Acuerdo de Unión Civil para todos y todas«, dijo Bachelet, que añadió que la norma puede ser usada tanto por parejas heterosexuales como homosexuales.
En su discurso Bachelet precisó que «con la entrada en vigencia de esta ley, dos personas que comparten un hogar podrán celebrar un Acuerdo de Unión Civil para formalizar su relación. A partir de ese instante serán convivientes civiles».
«Desde el momento en que celebren su Acuerdo de Unión Civil las dos personas serán consideradas parientes, tanto con su pareja como con los familiares de ella y podrán exigir que se cumplan todos los derechos que la ley contempla para los familiares próximos», agregó.
Los gay que inscriban su unión podrán heredar de su pareja los bienes que adquieran en común, decidir sobre tratamientos médicos cuando su pareja esté impedida de hacerlo, visitarla cuando esté internada en una unidad de enfermos críticos, entre otros derechos.
Rolando Jimenez, presidente del Movimiento de Liberación e Integración Homosexual, declaró que «estamos satisfechos, esta es una muy buena ley».
Jiménez dijo que la ley «termina con el monopolio que había de reconocer las uniones, las familias sólo a través del matrimonio. Es una buena noticia para Chile».
Para formalizar la unión basta inscribirse en el Registro Civil y a partir de ese momento la pareja adquiere algunos derechos propios del matrimonio, pero no el de adoptar hijos.
En Chile unos dos millones de los 17,8 millones de chilenos viven en pareja, con y sin hijos, pero carecen de mecanismos que regulen su previsión, salud, y las herencias. La mitad de los niños son de parejas no casadas.
Las uniones gay realizadas en el extranjero podrán ser inscritas en Chile.
Dinamarca fue el primer país en regular las uniones civiles de hecho, en 1989, y le siguieron más de 40 naciones y otra decena de países discuten proyectos de uniones civiles.