Aunque el mundo se ha ido acostumbrado a imágenes de la contaminación casi apocalípticas de Beijing, la peor calidad de aire del mundo se puede encontrar a un poco más de 3.862 kilómetros al oeste.
En el 2014, la Organización Mundial de la Salud midió los niveles de calidad del aire en 1.600 ciudades alrededor del mundo y determinó que la ciudad capital de India, Nueva Delhi, tiene la mayor concentración de partículas menores a 2,5 micrómetros, también conocidas como PM2,5.
El nivel promedio de PM2,5 de la ciudad fue de una enorme cantidad de 153, comparado con 14 en Nueva York y 56 en Beijing. El umbral de seguridad que la OMS estableció para los humanos es de 10. Las partículas PM2,5 no son visibles, pero penetran los pulmones hasta el fondo y existe una mayor probabilidad de que causen problemas de salud crónicos.
«Delhi es una ciudad muy ecológica», dijo Kamal Meattle, un activista de la contaminación del aire que reside en Delhi. «Sin embargo, incluso las zonas más ecológicas de Delhi tienen niveles extremos de contaminación».
La charla TED de Meattle sobre ese tema ha recibido más de 2 millones de visitas, pero él afirma que Delhi aún se encuentra en un estado de negación.
«Aunque los delhiitas han dejado de beber agua del grifo, mi interrogante es: bebes alrededor de 2 a 3 litros de agua por día, pero respiras 2.000 litros de aire por día… cuando estás preocupado por el agua, pero que no te preocupa el aire, existe una discordancia», dijo Meattle.
De acuerdo con los analistas, la gran cantidad de vehículos antiguos en las carreteras, la quema de biomasa, las emisiones de la industria y las centrales eléctricas que funcionan con carbón son las principales culpables de los niveles de contaminación de Delhi. Existen alrededor de 8,5 millones de vehículos registrados en la ciudad y cada día se añaden 1400 autos a las calles.
Barun Aggarwal de BreatheEasy, una empresa de filtración de aire con sede en Delhi, dijo que una mayor conciencia al respecto es lo que ha impulsado las ventas.
«Los dos primeros años de actividad, tuvimos muy pocas ventas», dijo Aggarwal. «Últimamente, estamos luchando para poder satisfacer las necesidades de la gente».
Aggarwal dijo que muchos en la comunidad de expatriados han captado el mensaje y se están abasteciendo de purificadores de aire. Sin embargo, a pesar de un fuerte aumento en la cobertura de los medios de comunicación, las actitudes de los indios frente al cambio han sido más lentas.
«La mayoría de los indios aún dicen: ‘Quiero que mis hijos sean fuertes. No quiero convertirlos en ‘niños mimados’ al darles purificadores de aire y aire limpio durante unas horas'», dijo.
Meattle, el activista, dijo que el gobierno debe ser más sensible.
«Creo que las primeras personas a las que se les debe convencer son los políticos, los burócratas y los jueces… las personas a las que realmente les importa, en el sentido de que ellos entienden que el problema creará un importante problema de salud y mayores costos», dijo.
El primer ministro Narendra Modi ha lanzado recientemente un índice de calidad del aire (AQI, por sus siglas en inglés) que controlará los niveles de contaminación en las grandes ciudades urbanas sobre una base de tiempo real. Los datos están actualmente disponibles en 10 ciudades, entre ellas Delhi.
La semana pasada, el National Green Tribunal, una agencia gubernamental que se ocupa de los conflictos ambientales, intentó prohibir los vehículos diesel de más de 10 años en las calles de Delhi.
Más allá de Delhi, la situación no es mejor para la central eléctrica del sur de Asia: 13 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo se encuentran en la India y la OMS dice que la contaminación del aire es la quinta causa de muerte en el país.