Cerca de 700 inmigrantes podrían haber muerto en el naufragio el domingo de un barco frente a las costas libias, un accidente que si se confirma sería «la peor hecatombe» ocurrida en el Mediterráneo, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
Ante esta nueva tragedia, la Unión Europea anunció que celebraría una reunión de urgencia con sus ministros de Interior y de Relaciones Exteriores aunque no precisó ninguna fecha concreta.
Por su parte, la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, decidió incluir esta cuestión en la agenda de la reunión oficial de los ministros de Relaciones Exteriores de la UE que se celebrará el lunes en Luxemburgo.
El navío se hundió a unas 70 millas (130 kilómetros) de las costas libias con más de 700 personas a bordo, según explicaron 28 supervivientes rescatados por un barco mercante portugués, indicó Carlotta Sami, portavoz del Acnur en Italia.
Si estas cifras se confirman, sería «la peor hecatombe jamás vista en el mediterráneo», declaró la portavoz.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dijo que la respuesta ante esta situación «tiene que venir de Europa» y que «ya no valen las palabras, hay que actuar». «Los europeos nos jugamos nuestro crédito si no somos capaces de evitar estas dramáticas situaciones» declaró Rajoy durante un mitin electoral en Alicante (sureste de España).
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, afirmó que «este desastre confirma cuán urgente es restaurar una operación de rescate marítimo y establecer vías legales creíbles para llegar a Europa». «De otro modo, la gente que busca seguridad seguirá muriendo en el mar», agregó.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, pidió una reunión urgente de los ministros de Interior y Exteriores de la Unión Europea para hacer frente a la situación.
Desde el Vaticano, el papa Francisco instó a la comunidad internacional a actuar con «decisión y rapidez» para evitar nuevas catástrofes y recordó que los migrantes son «hombres y mujeres como nosotros, hermanos que buscan una vida mejor».
Siguen las labores de búsqueda
Los agentes de salvamento «intentan encontrar a supervivientes entre los cadáveres que flotan en la superficie del mar», afirmó el domingo el primer ministro maltés, Joseph Muscat, durante un mitin político.
Según los guardacostas italianos se han recuperado hasta ahora 24 cadáveres. Aunque no confirmaron que hubiera 700 personas a bordo, los guardacostas indicaron que la embarcación, de 20 metros de eslora, tenía «capacidad para transportar varios centenares de personas».
Pero los guardacostas italianos subrayaron hacia las 15H00 (13H00 GMT) que la búsqueda continuaba activa pero que ningún otro superviviente o cadáver había sido encontrado.
Esta nueva tragedia en el Mediterráneo se suma a otros dos naufragios ocurridos la semana pasada, uno de los cuales dejó 400 fallecidos y otro más de 40, según contaron los supervivientes a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y a las oenegés.
El barco lanzó una señal de alerta en la madrugada del domingo captada por los guardacostas italianos, que avisaron a un cargo portugués que estaba en la zona.
A su llegada al lugar, a unas 120 millas náuticas (220 kilómetros) al sur de la isla italiana de Lampedusa, la tripulación vio al barco zozobrar, según explicaron los guardacostas italianos.
Pero entonces las personas del navío en peligro se precipitaron todas hacia un lado y eso pudo haber provocado la catástrofe, dijo la portavoz.
Importante dispositivo de socorro
Los guardacostas italianos coordinaron un importante dispositivo de socorro de 17 navíos de las marinas de Italia y Malta principalmente, desde que se diera la alerta alrededor de la medianoche local (22H00 GMT).
Cada día los guardacostas italianos o los barcos mercantes rescatan una media de entre 500 y 1.000 personas. Más de 11.000 fueron rescatadas en una sola semana, según los guardacostas.
Varias organizaciones internacionales y humanitarias denunciaron en los últimos días la inacción de las autoridades europeas.
«Hace falta una operación Mare Nostrum europea», reclamó la portavoz del Acnur. La operación italiana Mare Nostrum de salvamento de migrantes fue reemplazada este año por la operación Tritón, una operación de vigilancia de las fronteras mucho más modesta.
Más de 900 migrantes han perdido la vida en lo que va de año en su travesía entre Libia e Italia, sin contar esta nueva tragedia, frente a los menos de 50 que fallecieron el año pasado en el mismo periodo, cuando Mare Nostrum todavía estaba en funcionamiento, afirmaron esta semana organizaciones humanitarias.
AFP