Bachelet declaró a medios locales que la crisis no inició con su gobierno y dijo que es propicio transparentar la relación entre los empresarios y los políticos.
«Tenemos una crisis de confianza muy importante, que no es sólo de ahora, no es un proceso iniciado en este gobierno. Esta crisis es una verdadera oportunidad para hacer la reforma y los cambios», dijo en unas declaraciones a la prensa el martes que reprodujo Radio Bio Bio.
La presidenta abordó el caso de las acusaciones contra su hijo, Sebastian Dávalos, y la esposa de éste, Natalia Compagnon, quienes fueron acusados de tráfico de influencia y uso de información privilegiada.
Bachelet, quien ha dicho que no estaba enterada de los negocios de familia, acusó que existe un intento de involucrarla en casos de corrupción y dijo que el país atraviesa por un «clima de sospechas», donde se ha comenzado a sospechar de todo y de todos.
«Lo que uno puede inducir es que hay algunos tratando de que me llegue a mí», acusó.
Además, sostuvo que el gobierno chileno y sus ciudadanos no son corruptos. «Eso no es Chile ni este gobierno, ni todos los chilenos son corruptos, ni todos los políticos son corruptos, ni todos los empresarios son corruptos», sostuvo.
Durante la rueda de prensa el martes en La Moneda, Bachelet dijo que pretende concluir su mandato, pero que «es obvio que yo nunca más seré candidata a nada con cargo de representación natural en la política», reportó CNN Chile.
Defensa del ministro Peñailillo
La presidenta también se refirió al llamado caso Penta, en el que se ha visto involucrado su ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo. El gobierno chileno investiga a dicho grupo empresarial por presuntamente defraudar al fisco y dar dinero a campañas políticas.
Producto de dicha investigación, se descubrió que la empresa Soquimich, la principal productora de nitratos y fertilizantes, hicieron pagos a través de una de sus filiales, controlada por el operador político Giorgio Martelli.
Según The Clinic, varios asesores de confianza de ministro Peñailillo y una amiga y prima de la presidenta Bachelet facturaron a la empresa de Martelli por «consultorías» y otros servicios, que las autoridades sospechan nunca se realizaron, dinero que pudo haber sido desviado a la campaña de Nueva Mayoría, la agrupación de la presidenta Bachelet.
Bachelet respaldó este martes a su ministro y dijo que las actividades que se investigan fueron privadas y realizadas antes de que Peñailillo entrara al gobierno, cuando ella aún no decidía lanzar su candidatura presidencial.
Bachelet reconoció que tuvo contacto con Martelli cuando el operador participó activamente en la campaña del 2005 y de forma más esporádica en la del 2013, reprodujo Bio Bio.
Sin embargo, dijo que durante sus dos campañas, no estuvo involucrada en administrar la campaña o en conocer los roles de cada uno de sus funcionarios.
«A lo que yo me dediqué cuando llegue fue a estar con la gente, ir a juntas de vecinos, a reencontrarme con este país porque estuve dos años y medio afuera», dijo, en referencia a la campaña del 2013.
Bachelet dijo desconocer cuantas personas de su gobierno trabajaron alguna vez para la empresa del operador Giorgio Martelli y dijo que se ha enterado de las investigaciones por la prensa. «Yo no tengo cómo enterarme y además, no entiendo por qué yo tengo que andar averiguando quién trabajó en qué empresa», agregó.