España llamó este miércoles a consultas a su embajador en Venezuela tras las declaraciones del presidente Nicolás Maduro sobre un supuesto apoyo del país europeo a actividades terroristas, mientras Caracas anunció que prepara acciones en distintos órdenes para responder al gobierno español.
El l Congreso venezolano declaró persona no grata al expresidente español Felipe González y rechazó los pronunciamientos de legisladores de España, Colombia y Chile a favor de la liberación de dos opositores encarcelados.
El Ministerio de Exteriores español rechazó en un comunicado la «escalada de insultos, calumnias y amenazas dirigidas contra España y sus instituciones». El presidente venezolano había acusado el martes a su homólogo español Mariano Rajoy de apoyar a conspiradores nacionales y extranjeros que buscan derrocarlo. Maduro dijo que las élites españolas apoyan el terrorismo en Venezuela.
«Son especialmente intolerables las afirmaciones sobre un supuesto apoyo a actividades terroristas, que resultan particularmente ofensivas para un país como España que ha sufrido durante muchos años la lacra del terrorismo», añadió la cancillería.
España insistió en su deseo de mantener «las mejores relaciones posibles con el gobierno de Venezuela» y aseguró que iniciativas como la del Parlamento a favor de los opositores encarcelados son similares a las de otras instituciones latinoamericanas y europeas que han expresado su preocupación por la situación en Venezuela.
«España ha extralimitado el debido respeto a la República Bolivariana de Venezuela, su gobierno y su pueblo», afirmó el miércoles la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, al cuestionar al gobierno de Rajoy, y sostuvo que desde Madrid se respalda intentos de golpe de Estado.
Rodríguez, quien se encuentra de gira por los países árabes, indicó en su cuenta de Twitter que Maduro «nos ha instruido a tomar las acciones de distinto orden que correspondan», pero no ofreció detalles.
La llamada a consultas es el último capítulo de una serie de desencuentros diplomáticos entre Madrid y Caracas. Maduro retiró temporalmente a su embajador en España el año pasado y acusó al eje Madrid-Bogotá-Miami de intentar derrocarlo.