La bachata, cuya popularidad se ha incrementado de la mano de estrellas internacionales como Juan Luis Guerra, Romeo Santos y Prince Royce, fue declarado por ley como «patrimonio cultural» de República Dominicana, el país donde el ritmo surge de manera marginal desde los años 60.
La Cámara de Diputados dominicana ratificó la noche del martes el proyecto de ley, al considerar que «la bachata es un género musical autóctono, fruto de la idiosincrasia del pueblo, que recoge sus vivencias, sus sentimientos, su cotidianidad».
El ritmo, también conocido como «amargue» por sus frecuentes temas de desamor, está compuesto por una mezcla de boleros y sones y fue grabado por primera vez en 1962 por José Manuel Calderán.
Durante tres décadas estuvo relegada a sectores marginales del campo y fue hasta que Juan Luis Guerra y su grupo 440 grabaron «Bachata rosa» en 1990, que el ritmo comenzó a calar de manera generalizada en el gusto de los dominicanos y a internacionalizarse.
Los legisladores reconocieron que la bachata «es uno de los ritmos con mayor identificación, con las esencias populares» del país.
La pieza legislativa ya había sido aprobada por el Senado en octubre del 2014, por lo que sólo requiere la promulgación del poder Ejecutivo para entrar en vigencia.
La ley fue propuesta por el senador Fernando Mateo con la meta de crear mecanismos para preservar la bachata y para promocionarla como patrimonio cultural dominicano a través de las sedes diplomáticas del país en el extranjero.
El ministerio de Cultura estará a cargo de establecer los métodos para preservar el ritmo musical e identificarlo «con nuestros patrones como nación».
La iniciativa fue aprobada un año después de que el Congreso declarara como patrimonio cultural al merengue, el ritmo más representativo de República Dominicana.