…una conversación donde participamos mi mamá, mi hermana (vía skype) y yo
Transcribo una conversación donde participamos mi mamá, mi hermana (vía skype) y yo. Mientras mi madre y yo almorzamos, mi hermana cocina la cena y también el almuerzo que se llevará al día siguiente a su trabajo. Ella pertenece al grupo de personas que decidieron emigrar sin aprobación a la solicitud de divisas para estudiantes.
Mi hermana: En una semana te cansas de la comida española.
Mi mamá: ¿Puedes decirle al amigo de Jonathan que me mande aceite de oliva?
Mh: Ok. Mamá, ¿cómo sé que el caldo está listo?
Mm: Bueno, imagínate, cuando tenga consistencia.
Jonathan: ¿Escuchaste el audio de Lorenzo Mendoza?
Mh: No lo escuché. Lo leí cuando estaba en el bus.
Jonathan: ¿Qué te pareció?
Mh: Que está bien. Yo entiendo por qué lo hizo, él está motivando a sus trabajadores.
Mm: Ajá…
Mh: Pero desde su posición es muy fácil decir, «Venezuela tiene muchas oportunidades». Yo me pongo en el puesto de una persona que tenga un familiar que se lo haya matado el hampa y no les es fácil escuchar: «Quédate que hay muchas oportunidades». Menos si estás pelando. Lorenzo Mendoza tiene guardaespaldas las 24 horas del día.
Jonathan: Bueno, a él le mataron a un primo hace un año en el Ávila.
Mh: Más aún, pues. Me parece que es un mensaje alentador para el país. Yo conozco gente que está aquí, que se vino resteada, que están esperando que la situación se mejore para volver, venezolanos así hay muchísimos. De hecho, estaba hablando con un amigo que su trabajo lo mandó a Alemania y le decía que la inmigración es muy dura y me contestó que, «menos mal se había ido con su esposa y que no estaba solo», pero le ha pegado mucho. Mi amigo tiene pasaporte italiano, sus papás nacieron en Italia y no se quieren ir. Luego me dice que la gente en Europa es muy fría y yo le dije, mira, lo de la gente va a ser con cualquier país al que emigres, hasta con el país más cerca de Venezuela te vas a quejar por la gente. Una de las cosas que yo más extraño aquí es el buen humor de la gente en Venezuela. La mayoría de la gente que se va del país y posee bienes no los vende, quieren regresar, porque a la hora de un regreso, comenzar desde cero es más difícil. Pero yo entiendo una persona como mi amiga Mónica que tiene dos hijas, una es adolescente, a la que no le puedes coartar la libertad… Me parece que el discurso de Mendoza está muy bueno para la gente que no tiene la oportunidad de emigrar. Él obviamente no se va porque tiene empresas productivas allá, y afuera también. La harina PAN que yo compro aquí viene de Colombia… ¿Y tu qué piensas?
Jonathan: Que hacía falta una voz así para la gente que se queda. Me gustó mucho un tuit de Alonso Moleiro, dice: «Qué está diciendo Lorenzo Mendoza. Que hay una Venezuela digna, resistiendo, que no todo el mundo vende. Que el país existe».
Allí se cerró el tema. Y mi hermana siguió recibiendo instrucciones a distancia para la sopa de pescado que preparaba sin ají dulce.
Jonathan Reverón en El Universal @ElReveron / elreveron@gmail.com