Carlos Enrique Padrón (36) vivía en Ruperto Lugo, Catia, y debía estar muy temprano (antes de las 5 am) en su oficina en Chacao, en el departamento de corte y reconexión
Carlos Enrique Padrón Orozco (36), supervisor de Corpoelec, fue asesinado la madrugada de ayer cuando se dirigía a su lugar de trabajo al ser sorprendido en Los Caobos, final de la avenida Lecuna, debajo del puente, frente al Teatro Teresa Carreño.
Padrón vivía en Ruperto Lugo, Catia, y debía estar muy temprano (antes de las 5 am) en su oficina en Chacao, en el departamento de corte y reconexión. Tenía 15 años de servicio, según contó su compañero de labores José Luís Verdú, quien llegó al sitio del suceso al enterarse de lo ocurrido.
Sus compañeros estaban muy extrañados por su ausencia pues acostumbraba a llegar puntualmente a imprimir el listado de las rutas que desde temprano salían a cubrir las cuadrillas en la calle.
Presumen que intentaron detenerlo para asaltarlo, no se paró y le dispararon en la espalda, rodó unos metros y cayó con su moto Suzuki GN, negra, placas AC1R11A. Un familiar dijo que quizás le robaron el reloj que siempre usaba.
Hace 9 días fue asesinado otro empleado de Corpoelec, William Gómez (36), durante una fiesta en el barrio 19 de Abril, de Petare.
AA