La policía identificó al hoy occiso como Adolfo Enrique Rodríguez Valera, de 30 años de edad, a quien cariñosamente llamaban “Adolfito” que estaba desaparecido desde el lunes
El hijo de un reconocido empresario del municipio Rafael Urdaneta fue hallado sin signos vitales, con un disparo en la cabeza, en una zona boscosa del sector La Magdalena de Quebrada de Cúa. El infortunado estaba desaparecido desde la tarde del pasado lunes, cuando fue visto por última vez con vida en la agencia del banco Banesco, frente a la funeraria Vallés en Charallave.
La policía identificó al hoy occiso como Adolfo Enrique Rodríguez Valera, de 30 años de edad, a quien cariñosamente llamaban “Adolfito”. El mismo vivía en la Urb. Santa Rosa de Cúa. Era el mayor de tres hermanos. Deja en la orfandad a una niña. Trascendió que el padre de la víctima, conocido entre sus familiares y amigos como “Caldo frío”, es propietario de una distribuidora de alimentos y de varias maquinarias y gandolas en el poblado de Cúa.
Para el momento de la desaparición, Rodríguez Valera tripulaba una camioneta marca Toyota, modelo Merú, color rojo, que fue localizada en estado de abandono la noche del lunes, en la autopista perimetral Charallave-La Peñita, cerca del cementerio Parque Valles del Tuy.
A partir de ese momento, sus parientes comenzaron a llamarlo por celular, sin embargo salía apagado. Luego, acudieron a los sitios que el joven frecuentaba, pero no lograron ningún resultado positivo.
El cadáver fue avistado por vecinos de la zona, quienes a las 6:30 de la tarde del pasado martes notificaron del hecho al comando de la Policía Municipal de Cúa, a través de una llamada telefónica, siendo levantado en la mañana de ayer por efectivos del Cicpc. El cuerpo estaba descompuesto.
En el sitio, los sabuesos hallaron una concha de bala calibre 9mm y un proyectil sin percutir.
Nunca llamaron…
Las investigaciones preliminares señalan que Rodríguez Valero fue asesinado el mismo día que lo raptaron. Al parecer, el hombre fue sometido por sujetos desconocidos, quienes lo llevaron a la apartada zona de La Magdalena, donde lo abalearon, para posteriormente dejar abandonada su camioneta. Su celular nunca apareció.
Aunque inicialmente la desaparición de Rodríguez Valera estaba siendo investigada por los detectives del Cicpc como un presunto secuestro, se supo que esta versión fue descartada, ya que los sujetos nunca llamaron a los familiares de la víctima para exigirle pago alguno. Las indagatorias se inclinan a una posible venganza por motivos pasionales, pero aún no se descartan otras conjeturas.
Poblado indignado
El crimen de Adolfo Rodríguez causó profunda conmoción en el municipio Urdaneta, donde sus progenitores son ampliamente conocidos y apreciados. Rodríguez se dedicaba al ramo del comercio. Sus amigos lo catalogaron como excelente persona. Se supo que su padre permanece recluido en una clínica, tras enterarse del homicidio de su hijo mayor.
MIP-TUY Agencia/Jean Carlos Rodríguez
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