Funcionarios de la Guardia Nacional disolvieron la protesta y gestionaron que una comisión de la empresa hidrológica atendiera el llamado de los lugareños
Para exigir agua potable por tubería, vecinos de las comunidades Lomas de Santa Cruz y Santa Cruz de Cúa protagonizaron una protesta en horas de la mañana de ayer, en el distribuidor Aparay en el municipio Rafael Urdaneta.
Nelsi Rodríguez, representante del Poder Popular, denunció que desde hace un mes y medio, a más de 1.500 casas no les llega el preciado líquido. Aseguró que esta situación se está presentando desde hace más de 60 días, por lo que acudieron a las oficinas de Hidrocapital y Servicios Públicos de la alcaldía de Cúa, pero la respuesta fue que les enviaron un camión cisterna.
“Una unidad no es suficiente para atender la demanda de servicio que tenemos como familias”, exclamó la mujer, quien además reveló que se han visto en la necesidad de cancelar entre Bs. 250 y 400, para llenar un pipote de agua.
Nadie sabe
Rodríguez aseguró que los entes oficiales se pelotean los motivos del problema. “Un día nos dicen que se dañó la bomba, luego que la falta de agua es debido a las maniobras de las llaves, pero nadie nos da una respuesta satisfactoria”, expresó.
La mujer dijo que el líquido lo reciben en algunas casas los días sábados de 2:00am a 4:00am. “El agua llega sólo madrugada y una vez a la semana hasta la 4ta calle de Santa Cruz y el resto de la comunidad está excluida”, relató.
Asimismo, denunció que los manifestantes fueron supuestamente agredidos por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, quienes arribaron al sitio. “Los militares nos empujaron y dijeron groserías e incluso, a una de las vecinas se le dañó la pantalla de su celular cuando un guardia la empujó”, aseguró Rodríguez.
Es importante destacar que los castrenses levantaron la protesta y gestionaron la llegada de los representantes de Hidrocapital, para que dialogaran con los manifestantes.
Sin escuela
La escuela nacional de Santa Cruz de Cúa no está funcionando, ya que lleva más de cinco meses en rehabilitación y no han sido culminados los trabajos. Los estudiantes reciben clases en espacios no aptos como el comedor y en algunas viviendas cercanas. Los padres y representantes exigen al ejecutivo nacional resolver cuanto antes esta situación que afecta a unos mil alumnos.
También, denunciaron que la calle 9 de este urbanismo se está socavando, debido al colapso de la red de aguas servidas. Además, dijeron que el alumbrado público está inservible y que el transporte público falla con regularidad.