Los ataques y generalizaciones contra la Unidad, no van contra las personalidades que la integran, sino que pretenden socavar las bases de un proceso que costó mucho trabajo y al que hemos llegado finalmente con grandes logros
Pataleta según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) se entiende como la “demostración de ira o enfado exagerada, propia de los niños”. La pataleta está asociada a la falta de juicio. También es conocida como berrinche, generalmente los niños la usan como método de chantaje frente a sus padres para conseguir lo que quieren. Algunos psicólogos recomiendan que frente a este tipo de conductas lo mejor es no ceder, sino el niño o la niña se acostumbrara a utilizar la pataleta como mecanismo de presión permanente, pues verá su conducta legitimada tras obtener el deseado “sí”.
Cuando en la infancia no se corrigen estas desviaciones, se puede llegar a viejo repitiéndolas. Muchos adultos también hacen del berrinche su arma de manipulación sin medir las consecuencias de sus acciones, porque en el fondo siguen pensando como niños. La diferencia es que en los más pequeños esta conducta se puede entender, pues en pleno proceso de formación la línea entre lo bueno y lo malo no está muy clara. Pero en zagaletones no queda más que sentir pena y vergüenza, mi abuela diría “tan grandes y tan malcriados”.
Este tema da para todo, pues las pataletas también son comunes en la política y como se sabrá no son precisamente niños los que participan en los asuntos públicos. Con cinco años se llora por un helado, por una entrada a un parque o por manejar la bicicleta en la calle aunque sea un ratico. Con el titulo de político en formación o deformación se llora por intereses personales, intereses que se alejan del sentir común y del bienestar general.
El chantaje en estos casos funciona porque en política hay un viejo dicho que dice “los trapos sucios se lavan en casa”. La capacidad de chantaje del político que hace uso de las pataletas se encuentra justamente en su amenaza de hacerla pública. Es decir, mostrarle al contrario que “el rancho está ardiendo”. Una infantilidad que no tiene ninguna justificación y no es que se esté prohibiendo la crítica, lo que se trata es de guardar las formas.
Los ataques y generalizaciones contra la Unidad, no van contra las personalidades que la integran, sino que pretenden socavar las bases de un proceso que costó mucho trabajo y al que hemos llegado finalmente con grandes logros: unas primarias que hoy nos permiten diferenciarnos de los amantes de la dedocracia y en el pasado fueron favorecido por ella. Habrá fallas, como en toda coalición integrada por factores tan diversos, pero no siempre lo que no nos gusta es el camino equivocado.
Como parte de una generación que comenzó a interesarse en la política en tiempo reciente respaldo a la Unidad y sus logros. Somos muchos los jóvenes que estamos trabajando para que las cosas cambien, pero para lograrlo debemos tomarnos la política en serio y participar, no ser simples managers de tribuna. No seré inquisidor de nadie, pero habló en nombre de quienes han convertido sus pataletas en el principal argumento del gobierno para descalificar a la Unidad. No es solidaridad automática, es conciencia del momento que vivimos, para transformar la política debemos ayudar a construir un camino firme, sin tropiezos y sin atajos. No nos limitemos a decir lo que algunos quieren escuchar, hagamos lo que los demás no han hecho.
Brian Fincheltub
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@Brianfincheltub